EN LOS DOS ÚLTIMOS MESES LAS VENTAS DEL BANCO CENTRAL MARCARON UN RÉCORD DE U$S 3.200 MILLONES
Se evaporaron más reservas que en la crisis de 2008.
En octubre las ventas del BCRA tocaron los u$s 2.000 millones, más que en la crisis del campo. En dos meses ya se sacrificaron más reservas que durante la crisis de Lehman. La ola de medidas dispuesta por el Gobierno durante las últimas horas para frenar la compra de dólares sorprendió a más de un argentino. El objetivo que hay detrás se corresponde con una urgencia que apremia en Olivos: contener la constante y ascendente pérdida de reservas internacionales. El saldo del Banco Central (BCRA) terminará en rojo una vez más este mes. Pero además, las ventas para mantener el precio del tipo de cambio en $ 4,26 durante octubre tocaron un máximo histórico de u$s 2.000 millones, que se sumará al último récord del año, cuando en septiembre el drenaje fue por u$s 1.571 millones.
Con estas cifras, en los últimos dos meses las ventas oficiales superaron la marca histórica de u$s 3.200 millones, que fue el abultado monto que tuvo que desembolsar Martín Redrado, ex presidente del BCRA, durante la crisis mundial que estalló en septiembre de 2008 con la quiebra de Lehman Brothers y que se había extendido también al mes de octubre de ese año.La formidable cuenta impacta y es precisamente el desvelo de Cristina. Aún sin crisis, ni tensiones políticas o económicas que justifiquen semejante pérdida en las arcas del Central, la dolarización de portafolios de los argentinos está al rojo vivo más que nunca.
Es que ni siquiera en el conflicto que vivió el país durante el duro enfrentamiento que sostuvo la actual administración kirchnerista con el sector del campo en mayo de 2008 y que impulsó una fuerte dolarización de carteras, le costó tanto al Gobierno. En aquel entonces, la sangría del BCRA fue por unos u$s 1.700 millones. Y tampoco se compara con lo que resignó el ente en la última mini crisis que sufrió el mercado local debido a la pelea por el uso de reservas para pagar deuda que selló la salida de Redrado al frente del organismo. Ni lo que sacrificó en junio de 2009 cuando la demanda se había acelerado por el proceso electoral legislativo.
Pero, entonces, sin bretes ni ahogos, qué es lo que impulsa hoy a los argentinos a elegir el dólar como moneda de ahorro. Analistas monetarios y operadores de cambio consultados coinciden en que la raíz de esta elevada fuga de capitales (con un récord de u$s 3.600 millones en octubre y que promete cerrar el año arriba de los u$s 20.000 millones, el doble que en todo el 2010) es la expectativa de una mayor devaluación, que se combina ahora con un período de menor liquidación de divisas del agro.
La gente y empresas compran dólares porque piensan que en un futuro estará mucho más caro. Si dejaran subir algo más el tipo de cambio, correspondiéndose con las expectativas, la demanda sin dudas aflojaría, evaluaba un banquero.
Pero el Gobierno no puede perder más tiempo ni reservas que en adelante, sin superávit, serán casi la única caja que le queda para afrontar pagos y la implacable traba que tiene el BCRA para apreciar el dólar es la brutal inflación.