HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

lunes, 20 de junio de 2011

EL NEGOCIO DE LA POBREZA

Pobreza y nueva cuestión social

Mesa temática Nº 3 (Aporte post Congreso Doctrina Social de la Iglesia - Rosario 6,7 y 8 de Mayo de 2011) :
Por: Cristina Cantenys de Caminos (ccantenys@hotmail.com 0341-4549303) Arquidiócesis de Rosario

Síntesis

Intentamos aportar algunos datos y apreciaciones acerca del origen y circunstancia de la pobreza en Argentina, para que no sea ésta naturalizada sino considerada como producto y propósito de intenciones humanas que obtienen beneficio de ella.

El propósito de esta reflexión es responder a la consigna con la que se inició el debate de grupos en la Mesa temática Nº 3: ¿Qué faltó en el análisis de los expositores?

Faltó, faltaron, dos elementos determinantes:

¿Cuál es la causa de la pobreza? ¿Por qué persiste la pobreza estructural y se crean nuevos pobres, en el marco de la muy declamada lucha contra la pobreza?

Y en esa línea: El rol de las políticas globales (el gobierno del mundo) en la direccionalidad de las políticas de Estado. De cómo se mantiene el status de la pobreza: la pobreza como negocio. La contigüidad y “solidaridad” entre pobreza y timba; entre pobreza y droga; entre pobreza y consumismo; entre pobreza y hedonismo; entre pobreza y doble discurso.

Nos proponemos exponer algunos elementos confluyentes a esta afirmación: la instalación de enormes masas de compatriotas en la indigencia es la contrapartida del negocio para pocos, del negociado con los dineros del Estado. No se trata estrictamente de corrupción sino de una manera de apreciación y legitimación de la riqueza ostentosa y concentrada en pocas manos. Una macro estructura de pecado, tan abarcativa que vivimos y respiramos en ella, y a ella nos hemos acostumbrado hasta tal punto que se nos hace difícil reconocerla como tal. Más bien, creemos que es parte de la naturaleza y así la aceptamos, naturalmente.

No se trata sólo de remediar el mal funcionamiento con las ayudas. No se debe considerar a los pobres como un “fardo”, sino como una riqueza incluso desde el punto de vista estrictamente económico. No obstante, se ha de considerar equivocada la visión de quienes piensan que la economía de mercado tiene necesidad estructural de una cuota de pobreza y de subdesarrollo para funcionar mejor. Al mercado le interesa promover la emancipación, pero no puede lograrlo por sí mismo, porque no puede producir lo que está fuera de su alcance. Ha de sacar fuerzas morales de otras instancias que sean capaces de generarlas.

La actividad económica (…) debe estar ordenada a la consecución del bien común, que es responsabilidad sobre todo de la comunidad política. Caritas in Veritate, 35.

Llamar la atención

La intención de esta exposición es llamar la atención acerca de cuestiones que no quedaron explicitadas en el trabajo de las jornadas del Congreso. Faltó tiempo y faltó profundización. Urgió el concluir en cuanto al Actuar, en un tema que es difícil y no puede tratarse meramente desde tecnicismos que no van al fondo de la cuestión. Esto es ¿por qué crece la pobreza a la par que crecen los fondos destinados a combatirla? (Nota de tapa en La Nación del domingo 8 de mayo).

Y decimos llamar la atención, porque consideramos que en un estudio serio como los que realiza la Universidad Católica Argentina no puede estar ausente esta cuestión, que es un punto de partida y no un detalle colateral. Es decir, como ya lo planteáramos en aquel momento (8-5-11) en la Mesa Temática que nos ocupa, es menester ahondar y estudiar en profundidad y extensión sobre estas cuestiones. A las señaladas más arriba, agregamos: el papel de las ONG, la relación intrínseca entre países ricos y países pobres, el multimillonario negocio de la delincuencia, el multimillonario negocio de la droga, el subyugamiento de los países pobres en su soberanía y autodeterminación a la ayuda humanitaria de los poderosos…
“En el período 1950-2000, los países ricos enviaron a los pobres más de un billón de dólares en concepto de ayuda o asistencia al desarrollo. Se encaró el problema en miles de reuniones y conferencias. Una legión de expertos volaron hasta comarcas remotas, a prestar ayuda técnica. Se desarrolló una formidable "industria asistencial", que hoy gira miles de millones de dólares. Sin embargo, casi 2700 millones de seres humanos (aproximadamente la mitad de la población mundial) todavía subsisten con el equivalente de dos dólares diarios, o menos”. Estrategias Paupérrimas: Alvin Toffler

A veces se perciben actitudes fatalistas ante la globalización, como si las dinámicas que la producen procedieran de fuerzas anónimas e impersonales o de estructuras independientes de la voluntad humana.(…) Cuando se entiende la globalización de manera determinista, se pierden los criterios para valorarla y orientarla. Durante mucho tiempo se ha pensado que los pueblos pobres deberían permanecer anclados en un estadio de desarrollo preestablecido o contentarse con la filantropía de los pueblos desarrollados. Pablo VI se pronunció contra esta mentalidad en la Populorum progressio. Caritas in Veritate, 42.
De qué hablamos cuando cuestionamos a las ONG: un artículo

Las organizaciones no gubernamentales y el negocio de la pobreza en Haití (Extracto)
En Haití, el estado ha sido sobrepasado y las no electas organizaciones, que no son responsables del pueblo haitiano, están llevando a cabo un programa de transformación neoliberal. Las relaciones entre las ONG y sus donantes continuamente menoscaban el derecho del pueblo haitiano a la libre determinación, mientras que las organizaciones son al mismo tiempo el cultivo y el aprovechamiento de la pobreza contra la que dicen luchar.(…) Han pasado dos meses y miles de millones de dólares de ayuda han llegado de todo el mundo. La falta de transparencia y rendición de cuentas ha afectado negativamente a la prestación de servicios. El primer ministro haitiano, Jean-Max Bellerive, ha hecho pública su frustración con la desorganización: "No sé quién ha dado dinero a las ONG y cuánto dinero han dado. . . . Por el momento, no podemos hacer ningún tipo de coordinación o cualquier política coherente para dar ayuda a la población".

La reciente conferencia de donantes Post-Desastre para evaluar las necesidades en Santo Domingo, República Dominicana, el 16 de marzo, hizo poco para cambiar el statu quo de las ONG para el desarrollo. La reunión fue un ejemplo más de la exclusión de los haitianos en el proceso de toma de decisiones en la reconstrucción de su propio país. El carácter paternalista de la reunión llevó presidente haitiano, René Préval, a desafiar airadamente al Departamento de Estado de los EEUU. Llamó a sus acusaciones de corrupción "arrogantes" y exigió que el gobierno de Haití tuviese poder de veto sobre cualquier proyecto de reconstrucción.

Kevin Edmonds, miércoles 21 de abril de 2010 por CEPRID
En el pantano

Mucho se habla de pobreza y se miente acerca de ella, como por ejemplo distorsionando indicadores económicos para sugerir que hay menos pobres. Se habla del espectacular crecimiento de la economía argentina en los últimos años. Datos para convencer al que “lo mira por TV” y cambia rápido de canal. Sin embargo cualquiera que ande por la calle viendo lo que mira encuentra esquizofrénico el discurso oficial y mediático: no se compadece con la realidad real.

Tenemos las demostraciones empíricas de tal afirmación: la larguedad de las pústulas: comedores, planes sociales, piquetes por cualquier deseo personal o colectivo, convertido en derecho, y la consecuente y afianzada cultura piquetera (“Dámelo, y dámelo ya”). Desde la opinión de la calle, una molestia ajena, extranjera, para olvidar, cercar, ocultar o rendir. Desde la actitud que se sigue de tal opinión: un abismo que crece. Dos países (o varios), sin Patria común.

Criticamos la “instalación” en acciones que deberían ser circunstanciales (en ocasión, por ejemplo, de una inundación u otras catástrofes naturales o sociales). “Instalación” que sólo reconoce en el largo plazo el actuar de amortiguador en los clamores sociales

¿Debate?

En el debate de la Mesa se recomendó creatividad. Creatividad. ¿Orientada hacia dónde?

¿Hacia la adaptación a las estructuras actuales de circulación del poder y de los medios, “mejorándolas”?

¿O hacia, reconociéndolas perversas, inventar, promover novedades estructurales? ¿Cuáles son éstas?

No olvidemos que los micro emprendimientos, los subsidios, los planes de asistencia a los pobres no son el destino universal de los bienes. Y que Pobreza Cero no es una cuestión técnica ni material, aunque una solución integral las incluya.

¿Qué es ser pobre,

desde el punto de vista material? Pobre es aquel que sufre diariamente la consecución del buyón, actividad que consume toda su energía y lo instala en un presente continuo, sin ayer y sin mañana. Por eso, porque se consume en la materialidad del hoy, no puede proyectarse a futuro; no puede planificar su vida ni siquiera en el corto plazo.

Las personas y los pueblos pobres han (hemos) perdido la capacidad de decisión sobre sus vidas y destinos. Están obligados a tomar lo que otros deciden que será bueno para ellos. Y esto, siempre en el corto plazo. Cortoplacistas son los proyectos e intervenciones en el arrabal inhóspito. Sobrevuela el “…arreglate como puedas”, dado que la intervención de hoy no está encuadrada en políticas de Estado y por tanto no desemboca en un plan a largo plazo que modifique a un tiempo la suerte del pobre en lo personal y en lo atinente a su integración real y efectiva en la marcha de la sociedad.

No participan –como no sea desde el piquete, eminentemente cortoplacista- del mencionado debate que reclama el poner los cimientos del país que deseamos –todas las personas de buena voluntad que quieran habitar el suelo argentino- y que es posible construir.

La actitud con la que se asiste a los pobres y su situación de pobreza está marcada por la figura legal de curatela o tutelaje: la manera con la que se asiste al menor o discapacitado. Sin embargo, la mística que impulsa a la acción en favor del necesitado dimana de la vida y mensaje de Jesucristo, servidor de los enfermos y los pobres.(…) el imperativo del mandamiento del amor mediante el cual se distingue a los discípulos de Cristo. (Monseñor Juan del Río Martín)

La pobreza estructural y estable no tiene como meta y destino el mero clientelismo político, dice Porfirio Cristaldo Ayala, columnista del diario ABC y presidente de la Fundación Foro Libertario (Paraguay). (El artículo citado es de 2006). Y continúa: Una de las industrias más prósperas e inmorales en América Latina es la llamada “lucha contra la pobreza”. Los miles de millones de dólares que proveen el Banco Mundial, el BID y otros entes públicos y privados, para combatir la pobreza y promover el desarrollo, no resuelven ni alivian la pobreza, pero sí nutren la corrupción y enriquecen a políticos, funcionarios, ONGs, consultores y empresarios involucrados. Los pobres rara vez se benefician con estos programas, aunque después heredan la pesada deuda pública.

Nos hemos acostumbrado a la precariedad y a la indigencia; a la degradación de las condiciones de trabajo y de dignidad de vida.

Testigos

Los que trabajamos en medio del arrabal inhóspito, observamos constantemente el circuito del dinero proveniente de la asistencia social. Presenciamos el despliegue de dinero de la burocracia que administra planes, subsidios, bolsones y otras ayudas: un sector que gasta en su arreglo personal y en bienes superfluos (peluquería y belleza, autos, ropa, etc.) lo que está destinado a los pobres más pobres, que terminan arreglándose con los restos. La situación estructural de los pobres –origen y destino de tal movimiento de dinero- no cambia.

Con los dineros del asistencialismo en gran escala se pagan administradores (asistimos hoy, mezcla de escándalo y resignación, al festival dinerario del Gran Administrador); se contrata personal de diversas categorías y funciones, se destina a gastos de funcionamiento. Los proyectos involucrados, por su carácter técnico y cortoplacista, eminentemente exterior, no convocan a personas en su condición de integridad, sino a “especialistas” que van de uno a otro de tales proyectos, desconocedores del hilo conductor, que debería ser político en el sentido más alto que este término expresa.

Los beneficiarios (los pobres) siguen anclados en el hoy de hoy, con la espada del fin del “beneficio” pendiendo sobre sus cabezas. La vivencia se podría manifestar así: “Hoy tengo cubierto el buyón. Ojalá no se corte.”

Las intervenciones asistencialistas lavan las conciencias de algunos, enfrentan a pobres con pobres (algunos de ellos ejercen la función de administrar la miseria), precarizan el empleo de los contratos que generan (aquí tampoco hay estabilidad: bajo la figura de monotributo, el contratante -Estado u ONG- se desentiende de su contratado con el fin del contrato). Y no modifican de fondo la situación de la pobreza. No hay debate activo en cuanto a definición de destino común, con los poderes mundiales marcando el compás a la medida de su macrobeneficio. Y en el arrabal, hoy un plan Jefes; mañana, cartoneo; después, un bolsón de Caritas…y así vamos zafando. Es decir, instalada la conciencia de zafe, cortoplacista y sin rumbo cierto y expreso.

Otros buenos negocios

(extracto)

“Más de 1.300 agencias privadas de seguridad venden sus servicios y reclutan personal sólo en Capital y Provincia de Buenos Aires, y más de 10.000 videocámaras de seguridad han sido instaladas en todo el país en lo que va del 2009”**.

“La industria de la delincuencia es un negocio multimillonario. Y detrás de todo gran negocio hay siempre un buen plan de ventas y una publicidad efectiva, es por eso que el matrimonio entre pobreza y delincuencia no es ninguna arbitrariedad periodística. Para las constructoras y las empresas de seguridad donde se depositan los residuos de las fuerzas policiales, el índice de criminalidad interesa más que las oscilaciones del MerVal y el dólar: el negocio crece si la violencia cotiza en alza. En este mercado el vecino temeroso que disfraza la propia opinión con el discurso de la inseguridad es el mejor cliente y la mejor propaganda.”

* Datos del Informe sobre los DDHH en Argentina del 2009 realizado por el CELS disponible en: www.cels.org.ar

** Datos tomados de www.clarin.com.ar ywww.lanacion.com.ar

Conclusión

Políticas de Estado, políticas a largo plazo, no pueden surgir de un mero cortar y pegar de propuestas, de tareas que sí se están realizando, hoy, en diversas instancias y con actores diversos. Es por eso que el debate en la Mesa temática hizo agua cuando se introdujo en la última instancia: actuar. Es menester un diálogo profundo y sostenido, diálogo que abarque a personas, instituciones y a la necesaria reflexión que los hechos que tales personas e instituciones desarrollan en pro del bien común. Para no juzgar y actuar como meros operadores, cuentapropistas, sin relación entre sí ni con el todo (la Nación argentina).

El Beato Juan Pablo II se refirió en diversas ocasiones al tema (del voluntariado), en una de ellas decía: “me parece que el siglo que comienza deberá ser el de la solidaridad. Hoy lo sabemos mejor que ayer: no estaremos felices y en paz los unos sin los otros, y aún menos, los unos contra los otros. Monseñor Juan del Río Martín* (arzobispo castrense de España)

Rosario, 17 de junio de 2011

Los artículos citados están en Internet (Google), bajo el título “El negocio de la pobreza”

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