HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

lunes, 24 de enero de 2011

GAYOLA

Cárceles bonaerenses: sube la tortura y los malos tratos. El discurso a favor de los Derechos Humanos que tiene la administración kirchnerista, parece no bajar a la provincia de Buenos Aires, donde la tortura y los malos tratos a los presidiarios van en aumento año a año. Los números de una realidad que entristece y que envuelven en una profunda contradicción al discurso en apoyo a los DDHH que baja el kirchnerismo
La política a favor de los Derechos Humanos, ha sido una de las medidas que más se ha destacado del gobierno kirchnerista desde sus comienzos en el año 2003, y que le ha sabido ganar muchos aliados provenientes del progresismo.

Políticas como el juzgamiento de los encargados de llevar adelante la represión en las épocas de la última dictadura militar, así como el no reprimir la protesta social, le han valido el mote de gobierno defensor de los DDHH a nivel mundial, cosa que el gobierno suele vanagloriarse ante el resto de los países, mostrándose en forma constante acompañado de organizaciones como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, entre otras.

Pero esta realidad que el gobierno nacional parece encarar desde hace más de siete años, no pareciera ser llevada adelante en territorio bonaerense, donde hoy en día hay más de 30.000 personas encerradas en cárceles, comisarías e institutos de menores, donde la tortura, los maltratos y el hacinamiento es una constante difícil de parar.

Un informe realizado por Roberto Cipriano García, Coordinador del Comité contra la Tortura (CCT) de la Comisión Provincial de la Memoria , establece que hoy en día la provincia de Buenos Aires cuenta con el sistema de encierro más grande del país, con más de 30.000 personas recluidas, divididas en 28.000 detenidos en las 55 cárceles que pueblan su territorio, 2.100 en 310 comisarías, y 460 chicos internados en los Institutos de Menores.

La situación se enrarece aún más en suelo bonaerense si se tiene en cuenta que el 76% de los hombres detenidos en unidades penitenciarias sólo cuentan prisión preventiva, cifra que sube al 85% cuando se habla de mujeres encarceladas.

Pero este panorama se agrava cuando se menciona el aumento que hubo durante el año 2010 de casos de tortura, malos tratos y violencia contra los detenidos. De las 116 muertes registradas oficialmente en el año 2009, en el 2010 se creció hasta 118, y las mismas acontecieron en 34 Unidades carcelarias.

Los casos de tortura y malos tratos se incrementaron en sus distintas variantes: golpizas de todo tipo, aislamiento, picana eléctrica, submarino seco y húmedo, puñaladas penitenciarias, traslados constantes, manguerazos de agua fría, robo de pertenencias de parte de los agentes y negación de la alimentación.

Durante el año 2009 este CCT presentó 1.220 hábeas corpus e informes urgentes por el agravamiento de las condiciones de detención de una persona. Cada uno de estas hábeas corpus contiene más de un hecho que constituyen torturas o malos tratos. En total, se denunciaron más de 3.500 hechos graves acontecidos en 48 cárceles provinciales.

Hace unos meses atrás, en diálogo con la Agencia de Noticias CNA, Roberto Cipriano García alertaba sobre esta realidad, al sostener que desde el Estado “siempre se han atacado las consecuencias de las políticas y no las causas, esa es la clave. La única forma, y esto está demostrado en todos los países del mundo, de terminar con el delito y con las entre comillas inseguridad, es la distribución de la riqueza, es incluyendo a todos los sectores de la sociedad que no tienen acceso a satisfacer sus necesidades básicas”.

Además, García aseguró que el accionar policial en la provincia de Buenos Aires sólo puede terminarse “si hay decisión política de hacerlo, pero hay que tomar decisiones, hay que meterse en el problema, hay que bancar también lo que viene, porque siempre son fuerzas que cuando uno las intenta modificar se defienden y la manera que tienen de hacerlo es tirar los murtos por todos lados”.

“Hay que tener una acción política muy clara, un acuerdo de los distintos sectores democráticos de la sociedad, donde hay que darle una profunda discusión sobre el lugar que hay que darle a la policía y cómo pensamos la seguridad de la sociedad. Nosotros venimos promoviendo el Acuerdo por la Seguridad Democrática, que es la construcción de un piso de acuerdos mínimos de los sectores democráticos para poder plantarnos ante lo que es esta escalada represiva”, concluyó el miembro de la Comisión Provincial por la Memoria.

Pero siguiendo con el informe de García, se señala que en marzo del año pasado la Comisión Provincial por la Memoria, la Procuración Penitenciaria de la Nación y el Grupo de Estudios del Sistema Penal y Derechos Humanos (GESPYDH) del Instituto Gino Germani de la UBA, lanzaron el Registro Nacional de Casos de Torturas y otros tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes. Durante los meses de octubre, noviembre y diciembre, comenzaron los relevamientos en las cárceles bonaerenses y federales. En territorio bonaerense se relevaron 675 hechos padecidos por 166 víctimas (162 hombres y 4 mujeres) durante esos 3 meses. De este registro, 106 son agresiones físicas, 102 estaban alojados en condiciones inhumanas de detención, 101 aislados sin cumplirse con los estándares internacionales vigentes, 87 padecían hambre, a 64 no se les brindaba la atención médica elemental.

Distintos informes dan cuenta de la sobrepoblación penitenciaria: el Cels en su Informe Anual, al igual que el CCT, da cuenta de un 64 % de sobrepoblación considerando cárceles y comisarías. Faltan más de 10.000 plazas. El gobierno negó durante 2009 y 2010 estas cifras que avaló al principio de su gestión afirmando que no existía sobrepoblación. Durante el año pasado se constató situaciones de hacinamiento: 3 detenidos en celdas para 1 solo, 60 detenidos en celdas para 35, etc.

La mayor cantidad de muertes fueron por enfermedades, producto de los déficit estructurales en la atención de la salud penitenciaria: servicios médicos sustentados en guardias que no se cumplen, falta de recursos humanos, aparatología obsoleta, falta de insumos, medicamentos escasos, vencidos o que no se entregan, tratamientos que se interrumpen por pérdida negligente de turnos o por traslados constantes, atención médica mediada por la seguridad o voluntad penitenciaria, etc.

Creció de manera alarmante la muerte por VIH y las enfermedades oportunistas (tuberculosis, hepatitis, neumonía, toxoplasmosis): son 42 casos confirmados en 2010 mas otros 30 donde se consigna paro cardiorrespiratorio no traumático y que por nuestra experiencia suelen ocultar esta enfermedad. Esto da cuenta de la barbarie tras los muros. Por enfermedades como el VIH nadie se muere en el medio libre. La tasa de letalidad del VIH-SIDA en las cárceles bonaerenses fue de 7.4%. Aceptando el subregistro en las muertes, más de 7 de cada 100 detenidos con VIH-SIDA fallecieron durante 2009- 2010.

Un tema urticante el de la tortura, malos tratos, violencia y hacinamientos en las unidades carcelarias de la provincia de Buenos Aires, que deja al descubierto el accionar represivo de gobiernos elegidos por el voto popular, que en muchos casos ante el reclamo popular no hacen más que recurrir a las mismas técnicas represivas oscuras de los peores años de la Argentina, y que la sociedad en su conjunto quiere retirar del ideario popular.

Una realidad lamentable que hace reflexionar a la sociedad entera sobre la necesidad imperiosa de que se produzcan cambios drásticos en el accionar de las fuerzas de seguridad, para que estos hechos represivos no sigan existiendo, para que de esa manera la sociedad comience a transitar un camino de paz y armonía, que por estos días se encuentra totalmente ausentes.

FUENTE: CNA AGENCIA DE NOTICIAS

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