PURO CHAMULLO

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Minería y construcción: Acuerdos sin efectos concretos

La Presidenta firmó acuerdos con los sectores de la minería y la construcción. Sin embargo, los mismos no expresan más que vaguedades, sin acuerdos concretos sobre los temas de mayor impacto laboral; léase: salarios, precios y condiciones laborales. Un intento por tapar la incapacidad del Gobierno para generar un auténtico pacto social.

Los convenios laborales con los sectores de la minería y la construcción firmados en las últimas semanas no dicen nada. Se trata meramente de puras declaraciones de buena voluntad entre las partes, pero no hay acuerdos concretos sobre temas fundamentales. No se tratan acuerdos salariales, ni se discuten los aumentos de precios ni las condiciones laborales.

Fuentes de la UOCRA, le comentaron a LPO que las bases del acuerdo firmado apuntan a generar “garantías en los precios y salarios”, además de “un compromiso de paz social". También, acordaron “agotar las medidas de diálogo, antes de iniciar medidas de impacto", así como “aportar a la generación de espacios formales para evitar el trabajo en negro y generar inversiones para la construcción de viviendas". Las pautas del convenio con la minería eran más o menos parecidas.

Puro “chamullo”, podría decirse, pero la realidad es que hacer tanta alharaca esconde la incapacidad que ha demostrado hasta ahora el Gobierno nacional para generar un verdadero pacto social entre los sectores empresarios y las organizaciones de trabajadores.

El doctor Adrían Goldín, abogado especialista en derecho laboral, señaló en comunicación con LPO que “los acuerdos sectoriales son beneficiosos en la medida que tengan contenidos sustantivos”. El problema es que estos convenios particulares muestran “puras declaraciones de principios”.

De acuerdo al jurista, “se expresan principios que nadie puede negar, cualquiera podría firmar estos convenios”. De hecho, el compromiso firmado con el sector de la construcción también fur firmado por los banqueros, por ejemplo, que nada tienen que ver con el sector.

Se trata de “convenios para convenir, los cuales son buenos sólo si después se conviene efectivamente algo, si no carecen de trascendencia”, explicó Goldín. Y agregó: “No generan ni compromisos recíprocos, ni sanciones por incumplimiento”.

Por ahora, entonces, no sirven de nada. Sólo queda la pompa de haber reunido a empresarios, sindicalistas y políticos de todo el país para posar en la foto.

Asimismo, Goldín aseguró que “no es en vano que se hayan generado estos acuerdos sectoriales, cuando Hugo Moyano se muestra reticente a firmar convenios generales”.

En este sentido, podría decirse que no es casual tampoco que los tratos se hayan firmado con sectores de la economía que, desde hace tiempo, se vienen mostrando en sintonía con el Gobierno nacional.

De alguna manera, estos acuerdos crean la imagen de que se está avanzando en un pacto social, aunque en la realidad sean puras ilusiones.

Quizás, son señales para Moyano, para hacerle pensar que el pacto social se generará con o sin su apoyo. Pero la realidad es que nadie se lo cree cuando no hay contenidos concretos y trascendentes.

Goldín puntualizó que “el diálogo social en la Argentina nunca perduró”. Esto, porque los actores involucrados nunca fueron del todo independientes y autónomos, siempre alguno se imponía por sobre el resto.

Hoy por hoy, es difícil definir quién logrará imponerse. Y aún más, es una gran incógnita cuándo se asentará un pacto social efectivo y real. Según Goldín, “no por ahora”.

FUENTE: lapoliticaonline