HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

jueves, 23 de diciembre de 2010

DOMINGO SALVADOR CASTAGNA

Gracias a Dios todavía no está prohibido hablar de la Navidad

Corrientes, 23 Dic. 10 (AICA)

El arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, lamentó que en los últimos años se haya producido un deterioro y vaciamiento progresivo de la Navidad”, y aseguró que “muchos de quienes la ‘celebran’, al estímulo de una tradición meramente folclórica, ignoran su verdadero sentido y no pueden explicar sus orígenes”.

“En tiempos de un implacable enjuiciamiento a las tradiciones cristianas se encuentran muchos bautizados desprovistos de los contenidos necesarios de la fe que dicen profesar. Es lo que se observa en la Europa moderna - que insiste en negar sus raíces cristianas – y que se extiende, como una moda ideológicamente perniciosa, en nuestros países latinoamericanos. Ya no es la incongruente indiferencia de numerosos dirigentes políticos y sociales, sino el ataque de la incredulidad ilustrada contra la fe simple del pueblo”, subrayó.
En un mensaje de Navidad, el prelado advirtió que “la Iglesia, garante de la fe, es desafiada a cambiar su metodología evangelizadora hasta adecuarla a las exigencias de hombres y mujeres creyentes que se niegan a caer en la trampa moderna de la apostasía”.

“Lamentablemente -agregó- el estilo comunicacional de muchos medios exhibe una jerarquización de las noticias que privilegia el escándalo, y su prolongada exposición, frente a los grandes y numerosos testimonios de santidad de auténticos creyentes”.

Monseñor Castagna consideró que “para restablecer la salud, a Dios gracias no definitivamente perdida, es preciso volver a los orígenes. Para ello se requiere una honestidad a toda prueba, en base a la humildad”, y destacó en este sentido que “los niños mantienen esa disposición; se equiparan a ellos los pobres y humildes o ‘los pequeños’, debidamente identificados por Jesús”.

Asimismo, consideró que “la Iglesia tendrá que retomar las armas de la evangelización y salir al encuentro del relativismo agnóstico que pretende armar un mundo sin infancia inocente, ateizada desde la cuna y educada al margen de valores cristianos, con la complicidad de espectáculos infantiles que causan un verdadero vacío del sentido religioso de la vida”.

El arzobispo emérito reconoció que “en esta simple consideración hubiera preferido eludir el actual estado de la celebración navideña. No es posible. Nos queda como único recurso volvernos a la Palabra inalterable que escuchamos y celebramos en nuestros templos. Este mundo, que es nuestro y nos duele en el alma, necesita un llamado de alerta, con poder suficiente para causar un saludable cambio de rumbo. No se logrará depositando la confianza absoluta en el poder de la técnica y de la ciencia sino en la gracia de Cristo”.

Por último, monseñor Castagna sostuvo que “el espacio festivo que perdura, a veces como un cascarón vacío, nos ofrece la oportunidad de retomar el curso de la evangelización apostólica. Gracias al Cielo, en Argentina 2010, aún no está prohibido hablar de la Navidad. Es el momento de confiar en el poder del auténtico acontecimiento. Basta recordarlo en silencio y volver a la actitud sabia de quienes no se avergüenzan de orar ante el Divino Niño, junto a su Madre y a José”.+

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