ALIANZA
Posicionamientos políticos del arco anti K.
Se viene otra Alianza: la oposición se transforma en una cáscara vacía
Radicales y socialistas avanzan en la conformación de una alianza electoral. Y buscan sumar otras fuerzas políticas. Existe una alarmante ausencia de equipos técnicos que puedan elaborar políticas de Estado serias.
Radicales, socialistas y margaritos (dirigentes que responden a la diputada Margarita Stolbizer) avanzan a pasos acelerados en la conformación de un acuerdo electoral. Incluso el titular del Partido Socialista no dudó ayer al proponer al gobernador santafesino, Hermes Binner, como compañero de fórmula de Ricardo Alfonsín o Julio Cobos.
“Los nombres serán los que cada partido ofrezca; desde el socialismo por supuesto que va a ser Binner, desde el radicalismo será quien aporte su nombre”, dijo Giustiniani.
Ahora, a este armado opositor buscarían sumarle a Proyecto Sur, de Fernando “Pino” Solanas y sectores del peronismo disidente: ¿Francisco De Narváez podría sumarse a este espacio? La que aparece más alejada es Elisa Carrió.
Carrió ratificó ayer la ruptura con el resto de los socios del Acuerdo Cívico y Social, y reconoció que posee “diferencias irreconciliables” con el Partido Socialista. Reaccionó así después de la reunión que compartieron las máximas autoridades del socialismo y del radicalismo, para comenzar a trabajar en un frente electoral que, en principio, dejaría afuera a la Coalición Cívica por las disidencias con su líder. Lilita reiteró: “No queremos regresar a la Alianza. Hoy el Acuerdo Cívico es la Alianza”.
Carrió, de esta forma, está quedado cada vez más aislada en el escenario político, pero algo de razón tiene cuando agita el fantasma de la Alianza. Ocurre que todos los acuerdos políticos que se están tejiendo se realizan en función de candidaturas y de supuestas encuestas de intención de votos. Lo que, por el momento, brilla por su ausencia son los programas estratégicos y las propuestas que permitan dar previsibilidad sobre lo que pueda ocurrir en el futuro cercano. Así es como la oposición se va circunscribiendo solamente a lo discursivo, a decir lo políticamente correcto, sin elaborar políticas de Estado sustentables que se puedan aplicar en caso de llegar al gobierno.
Un claro ejemplo es el 82% móvil para las jubilaciones, que se convirtió en el caballito de batalla de la oposición. Muchos se ufanan proponiendo que se restablezca esa fórmula, pero sin plantear propuestas serias para que el sistema previsional pueda sostenerse en el tiempo. Algo similar ocurre con los subsidios a las empresas privatizadas de servicios públicos. El Estado está subsidiando las tarifas de los sectores económicos más acomodados, que están pagando cifras irrisorias, mientras la mitad de los argentinos no tienen acceso a la red de gas natural y deben pagar gas envasado, que es mucho más caro. Existe una opinión unánime en la oposición de que los miles de millones asignados a subsidios improductivos sean redistribuidos a otros, pero no existe ningún plan serio que determine de qué forma se debe instrumentar para evitar que los tarifazos terminen siendo pagados por la clase media y los sectores populares.
FUENTE: DIARIO HOY
