UN MAL PAPEL

Los trabajadores de la ex Massuh denuncian que el Gobierno los dejó en la calle

Los trabajadores de la ex papelera Massuh, ahora rebautiza Quilmes, se vieron sorprendidos por un nuevo capítulo de la novela que mantienen desde hace más de un año por la continuidad de sus fuentes de trabajo. Es que cuando llegaron este miércoles a trabajar los cerca de 400 empleados que se desempeñan allí, se encontraron con que las puertas estaban cerradas con candados y que la seguridad privada de la planta les impedía el paso.

La empresa había caído en desgracia hace un año, por lo que el Estado, a través del secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, la estatizó. La planta quedó a través de un fideicomiso del Banco Nación en manos del polémico funcionario. En ese momento, incluso, la presidente Cristina de Kirchner se animó a destacar la estrategia oficial ante la Organización Mundial del Trabajo, en Ginebra. Sin embargo, la medida no fue para nada una solución y los problemas siguieron.

Cuando el Gobierno se dio cuenta de que el déficit de la empresa era irrecuperable, dio por terminada su participación en el fideicomiso. Por eso, días atrás Moreno les dijo a los trabajadores que la intención era cerrar la planta y les llevó una propuesta: jubilar a 50 o 60 empleados en forma anticipada, que otros 100 debían ser despedidos y que con el resto se conformaría una cooperativa con un sueldo, único y universal, de $1.500. En su momento, ámbito.com difundió un audio en el que el Secretario de Comercio les prometía el acuerdo a los empleados. A través de esa operación, el Estado desembolsaría cerca de $ 20 millones para pagar las indemnizaciones.

El martes, "de mala gana, pero con buena fe" como dicen ellos mismo, los trabajadores sellaron el acuerdo por el cual aceptaban la desvinculación del fideicomiso, algo que según les prometían en el Gobierno aseguraba que los empleados mantendrían sus puestos en la futura cooperativa que debía formarse. "Yo escuché que el ministro (de Trabajo, Carlos) Tomada dijo que se garantizaba la fuente laboral de todo aquel que accediera a firmar la finalización del contrato, hemos firmado todos y ahora estamos en la calle", explicó en diálogo con este medio el delegado Miguel Kolomietz.

El gremialista sostuvo que no saben con exactitud quien dio la orden de no dejarlos entrar, pero los trabajadores apuntan al Gobierno. Además, señaló que si bien firmaron la desvinculación al fideicomiso aún ese acuerdo no está homologado, por lo que no les pueden impedir el ingreso a la planta. "Sólo podemos entrar a retirar nuestras pertenencias acompañados por personal de seguridad", afirmó Kolomietz.

Por el momento, los 400 empleados de la papelera quedaron en la calle sin saber qué pasará con sus puestos laborales. Pese a la promesa oficial, reina la incertidumbre en la planta de Quilmes. Los trabajadores esperan respuestas, principalmente de Guillermo Moreno.

FUENTE: ÁMBITO FINANCIERO