CGT AMENAZA EMPRESAS PARA BAJAR GANANCIAS.

• Otro intento para calmar presión sobre salarios

La puja sindicatos-empresa-Gobierno por las presiones de los gremios para una suba de salarios desembarcaron ayer en el Congreso. Mientras Oscar Lescano pide reabrir la paritaria de Luz y Fuerza porque se quedó corto frente a otros aumentos logrados, como el del 35% del sindicato de trabajadores de alimentos, Comercio que está por firmar un 34%, panaderos que ya cerró el 42,8% o los del sector del azúcar también el 42,8%, la conducción de la CGT razona que no existe otra forma de mejorar los salarios de algunos sectores que elevar el mínimo no imponible en Ganancias, liberando así para el bolsillo de los trabajadores de mayores ingresos parte de la retención que hoy se lleva la AFIP.

De lo contrario, serán las empresas la que deban soportar el peso completo de los aumentos que exigen los sindicatos y, por lo tanto, el traslado a precios será mayor.

Hasta ahora el Gobierno se niega a discutir una suba en el mínimo no imponible que deje afuera del alcance del impuesto a más trabajadores.

Costo fiscal

La explicación esta vez es simple: el costo fiscal de esa suba sería de casi $ 4.000 millones, mayor que en ocasiones anteriores cuando Néstor Kirchner o su esposa aceptaron modificar el piso de Ganancias ante la presión, sobre todo, de los sindicatos de petroleros y camioneros.

Ahora Ganancias alcanza a más trabajadores y de ahí que el reclamo se haya instalado ayer en la agenda de todos los gremios aliados al Gobierno como forma de evadir la reapertura de paritarias ante la presión por nuevas subas salariales.

Ante la negativa oficial de avanzar esta vez con otro ajuste en los límites de Ganancias, el moyanismo organizó otra estrategia. Héctor Recalde ya está dispuesto a presionar en el Congreso con un proyecto de ley que garantice la distribución de los dividendos de las empresas a los trabajadores. El impacto de una medida así, que salvo en el PRO, no tendría demasiado rechazo en toda la oposición, sería devastador en las empresas. Ayer el propio Recalde razonó: «Es un proyecto que deberíamos debatir. De hecho no es más que reglamentar lo que ya estableció la Constitución de 1957».

Proyecto presentado

En realidad, la presión es para que Cristina de Kirchner acepte analizar una suba en el mínimo no imponible de Ganancias, por ley o por decreto. De todas formas, Recalde ya tiene presentado desde hace meses un proyecto de ley para modificar Ganancias.

Esa iniciativa, propone elevar el mínimo a $ 5.554 para solteros y a $ 6.846 para los casados. Así unos 500 mil trabajadores quedarían afuera del alcance del impuesto y para el resto existiría también una mejora al modificar la base de cálculo para la retención mensual a toda la cuarta categoría.

Uno de los que levantó esa bandera ayer fue Eduardo Berrozpe, secretario del gremio de bancarios: «El diputado Recalde está intentando, a través de un proyecto, que el mínimo no imponible se incremente. Nosotros creemos que es necesario superar este escollo con el que siempre nos topamos, que es que muchos trabajadores tienen que pagar Ganancias».

Pero para avanzar el Gobierno debería desdecirse de la negativa a decidir esa suba ya que el propio jefe de Gabinete negó que exista alguna posibilidad de avanzar por ese camino.

Ayer el propio Recalde intentó calmar una situación que a la CGT se le va de las manos: descartó que vaya a generalizarse la reapertura de paritarias, pero recordó que sólo el 2% de los convenios se han cerrado para 2010, por lo que el grueso de la negociación aún está pendiente: «Ojo con la realidad virtual: no se reabren 'las paritarias', se reabre 'una paritaria'. No hay que generalizar», dijo sobre la presión en Luz y Fuerza.

FUENTE: ÁMBITO FINANCIERO