"VISIONARIOS" (O FIELES A LA NUEVA INGENIERÍA DE LA CITY)

Argentina festeja auxilio del FMI a Grecia, que facilita el canje y la emisión de deuda.

El rescate del Fondo al país europeo, a cambio de un ajuste, devolverá el apetito por bonos de emergentes, creen en Economía. El Gobierno se acerca a la deseada tasa de un dígito.

La ayuda del Fondo Monetario Internacional y los países europeos a Grecia por u$s 147.000 milllones, a cambio de un plan de austeridad que incluye baja de salarios y reducción del gasto público, debería tranquilizar a los mercados financieros justo en momentos en que Argentina da comienzo a su segundo canje de deuda impaga desde 2001 y busca emitir deuda por u$s 1.000 millones a tasa de un dígito.

Ese es el contexto que recibirá al equipo económico, que comienza hoy una gira por Europa para promocionar el canje de u$s 18.300 millones en default y la búsqueda de nuevo financiamiento en reuniones con funcionarios, inversores institucionales y representantes de bonistas individuales. Los libros para recibir ofertas por ambas operaciones se abren hoy:

n El período para canjear títulos impagos se extiende hasta el 7 de junio.

n El correspondiente a la emisión de nueva deuda cierra el 12 de mayo.

Por eso, lo que ocurra en el mundo en los próximos diez días es clave para el Gobierno, admitieron fuentes oficiales. Independientemente de lo que pase en el mediano plazo con Grecia, España y Portugal, los países más comprometidos de Europa, Economía se esperanza con que el rescate al estado helénico devuelva a los mercados la calma y el apetito por el riesgo esta semana, en la que Argentina busca tentar a inversores institucionales para conseguir dinero fresco al 9,9%.

A la vez, esa calma financiera mantendrá un buen valor de mercado para la oferta argentina, que entregará bonos con una quita del 66,3% y cupones atados al PBI a cambio de los bonos en default.

n El valor presente de la oferta es seductor: implica pagar unos u$s 50 por cada u$s 100 exigibles.

El ministro de Economía, Amado Boudou, llegó ayer a Italia acompañado por el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino. Allí mantendrán reuniones con funcionarios e inversores hasta el miércoles, día en que viajarán a Inglaterra. Mientras, el subsecretario de Financiamiento, Adrián Cosentino, promocionará el canje y la emisión de nueva deuda entre fondos de inversión y bancos en Alemania y Francia.

La primer parte del road show, que durará tres semanas, se concentrará en seducir a la quincena de inversores institucionales con deuda impaga. Éstos tienen un período de cierre temprano para ingresar, que finaliza el 12 de mayo. Luego de ese día, deberán pagar una penalidad de un centavo de dólar por cada u$s 1 que tengan en deuda argentina impaga.

Serán estos grandes jugadores los que definan también si Argentina consigue colocar deuda a un dígito a cambio de bonos Global 2017. El jueves pasado, Boudou insistió en que la emisión de deuda no responde a necesidades de caja, por lo que el Gobierno no convalidará un interés mayor. Hoy, el mercado exigiría un rendimiento de 11% por un bono a siete años.

Al respecto, las perspectivas del equipo económico son alentadoras. La semana pasada, el fondo de inversión Gravency, el más importante tenedor de deuda argentina impaga, anunció que sería parte de la operación. Este institucional es uno de los tantos que acercaron los bancos que participan de la operación –Barclay’s, Citi y Deutsche–, que prometieron un piso de aceptación del 50%.

Estos inversores suelen entrar a operaciones así en la fecha límite, para cubrirse ante cualquier eventualidad.

FUENTE: CRONISTA COMERCIAL