LAS CAUSAS DE LA IFLACIÓN QUE PROVOCARON LOS KIRCHNER.
La emisión sin respaldo del Banco Central, que tiende a agravarse, la baja tasa de inversión por falta de clima de negocios y políticas de consumo del stock como en el caso de la energía y la carne, están empezando a exponer sus consecuencias a través de la inflación.
El país, como no pasaba hace décadas, vuelve a convivir con aumentos de precios superiores al 20% anual.
Por Simon Rifkin El país, como no pasaba hace décadas, vuelve a convivir con aumentos de precios superiores al 20% anual.
El brote inflacionario del último mes volvió a despertar muchos fantasmas del pasado reciente de los argentinos. Los menores de 40 años, seguramente no recuerden lo que era vivir con índices de inflación constantes superiores al 20%, pero hay más de una generación que recuerda lo que la misma hace a los bolsillos de los trabajadores y especialmente de los pobres. La inflación no es un problema nuevo, los romanos luchaban contra esta y españoles descubrieron la hiperinflación en el siglo XVII debido al exceso de oro proveniente de la conquista. Después de más de 2000 años de historia, absolutamente todos los economistas prestigiosos concuerdan que la inflación es el peor de los males económicos. Es un impuesto que distorsiona la economía y ataca principalmente a los de menores recursos que destinan la gran mayoría de su ingreso a alimentos y no tienen herramientas para cubrirse contra la suba de precios. Cuando China conversa de enfriar la economía o Estados Unidos discute cómo desactivar las medidas que se usaron durante la crisis, en realidad están hablando de cómo combatir la inflación aun antes que aparezca. Pero para Cristina Kirchner parece que el mundo está errado y toda la teoría económica está equivocada, ya que según sus discursos la inflación no sería algo tan malo. De los 188 países que conforman el FMI, sólo seis superaron la verdadera inflación Argentina del 2009. Si nos guiamos por las palabras de nuestra Presidente, seguramente estos países tengan un bienestar de su población superior a la gran mayoría del globo y tendríamos que parecernos a ellos. Esta lista la incluyen el Congo, Etiopía, Venezuela, Pakistán, Ghana y las Islas Seychelles.
Los RiesgosLa Argentina actual corre el mayor riesgo inflacionario desde la hiperinflación en 1991. La inflación generada por la salida de la convertibilidad de 2002 fue producto de una devaluación de la moneda de un 300%, que produjo un reacomodamiento de precios relativos y, por ende, durante el 2003 y 2004 tuvimos una inflación moderada. La perspectiva actual es que la inflación se genere por el aumento de la emisión monetaria, un exceso de demanda, una puja salarial y una baja en la oferta de productos muy sensibles (energía, alimentos, entre otros).
Emisión Monetaria
Durante los últimos dos años el superávit fiscal desapareció y para cubrir el déficit se recurrieron a fuentes alternativas de caja, como la estatización AFJP, pero especialmente al Banco Central. Vía adelanto de utilidades, el BCRA acudió en socorro del Ejecutivo con más de $40.000 millones, que en parte expandieron la base monetaria más allá de sus posibilidades reales. Desde 2006 la base monetaria viene creciendo a tasas superiores al 20% anual. Para entender qué significa, veamos el siguiente ejemplo. En una economía sin bancos; para poder emitir al 20%, y que no genere inflación, hay que crecer al 20%. Sino, indefectiblemente se va generar un aumento de precios porque voy a tener más dinero para comprar la misma cantidad de bienes. Si al ejemplo le agregamos bancos, se hace un poco más complejo ya hay que tener en cuenta el multiplicador monetario (cuánto dinero de sus depósitos prestan los bancos). Si esta variable cambia afecta la base monetaria. Pero como el nivel del crédito en el PBI de argentina es muy pequeño (no pasa el 10%); cualquier variación en el multiplicador bancario no afecta en gran medida la cantidad de dinero en circulación. De esta forma el incremento en la emisión monetaria se tiene que absorber mediante crecimiento o mediante inflación, que fue lo que sucedió en los últimos años. Independientemente de lo que pase con el Fondo del Bicentenario, se espera que el BCRA financie al Estado emitiendo mayor cantidad dinero que en el pasado. Esto sin duda generara fuertes presiones inflacionarias y las palabras de la nueva presidente del Central va en ese camino.
Exceso de demanda
No hay duda de que es bueno que la población consuma, ya que esto incrementa su bienestar. El problema surge cuando hay más bienes que se quieren consumir que los disponibles en la economía. Cuando acontece esto, se genera un aumento de precios y es lo que esta sucediendo en la Argentina. La política de tasas de interés reales negativas es una invitación al consumo ya que permite financiar las compras a tasas comparativamente bajas. El gasto público desmedido, financiado con déficit, genera también una mayor demanda que se traslada a los precios. Se está creando demanda artificialmente y esto genera una fuerte presión en la oferta que reacciona subiendo los precios en vez de producir más, ya que comprueban que suben los importes y venden igual. Cuando a un trabajador le aumentan el sueldo es algo positivo, lo negativo es cuando el aumento es generalizado y corresponde a una recomposición salarial. Esto se debe a que como todos los trabajadores cobran más y los bienes en la economía no cambiaron, automáticamente los bienes se harán más caros. Este año tendremos una fuerte lucha por aumentos salariales, ya que la inflación de los últimos meses fue en aumento y los sindicatos tendrán miedo de quedarse cortos con los reclamos. El riesgo que se corre es que si gran parte del aumento se destina al consumo en vez del al ahorro o inversión, se generará una fuerte presión en los precios (vía demanda). Como los trabajadores ven que no pueden atesorar ya que la inflación les carcome sus ahorros, es muy probable que cualquier suba salarial se convierta en inflación.
Baja en la Oferta
La política económica de los últimos años de fomentar el consumo de corto plazo en retraimiento de la inversión esta pagando sus consecuencias. Hoy la Argentina tiene menos oferta de energía que hace 10 años, ya que el precio de la misma esta artificialmente bajo por lo que las empresas decidieron realizar sus inversiones en lugares más rentables con precios superiores. Esto obligó a importar combustibles a precios internacionales y parte se trasladó al consumidor. A su vez existen otros productos como la carne, que en los últimos 3 años tuvo que liquidar su stock y hoy no alcanzan los animales para satisfacer la demanda. Como estos dos productos se podrían citar cientos de ejemplos donde la política del Gobierno de consumir mucho hoy y no fomentar la inversión esta empezando a cobrar sus consecuencias. Dos años después de la rebelión del campo, tenemos el lomo a $80 pero con un 30% menos de stock de animales para faena y con un 70% menos de exportaciones. El aumento no se debe a que un alemán pagaba 25 dólares por un lomo argentino sino porque ya no hay y los pocos argentinos que pueden; pagan U$S 25 por conseguir un buen lomo.
FUENTE: lapoliticaonline