MAMARRACHO CON LOS PLANES SOCIALES.
SIN EMBARGO, HAY UN HILO CONDUCTOR QUE NOS LLEVA A ENTENDER LOS "DESPLANTES" DE D`ELÍA.
EL GOBIERNO PRETENDE QUE NADA SÓLIDO LE DISPUTE SERIAMENTE, EN EL 2011, EL "CONTROL" DE LA POBREZA
A continuación, artículo de PRENSA DE FRENTE para ARGENPRESS.Info
El referente matancero del kircherismo habló de la intención del gobierno de “destruir” a los movimientos sociales. Amenazó con protestas masivas: “podré tener mil diferencias con la CCC, el MST, con la Darío Santillán, ahora en lo sectorial padecemos todos los mismos males”, dijo. Apuntó a los intendentes del conurbano por el manejo clientelar del Programa de Trabajo, pero hay algo más que sabe y que, por ahora, prefiere no decir.
El Programa Argentina Trabaja parece ser, desde el discurso y la concepción, una buena respuesta a la situación social de los desocupados y excluidos: conformación de cooperativas, obra pública y comunitaria, capacitación laboral, ingreso que se acerca a la canasta básica, un universo inicial de más de 100 mil desocupados. El problema es que nada de eso sucede. Las cooperativas, en este programa, son meras excusas jurídicas para el manejo desde arriba y desde los despachos de los funcionarios de los trabajadores: para el plan oficial, no existen las asambleas de trabajadores: las autoridades cooperativas las designa, a dedo, cada intendente. El ministerio de Desarrollo Social, por orden directa de Alicia Kirchner, “prohibió” que integrantes de las organizaciones sociales independientes sean designados como coordinadores o electos en roles de representatividad de las cooperativas. También D’Elía se refirió a esto, cuando afirmó: “que me expliquen cual es el argumento legal para que un movimiento social formado por un grupo de argentinos no pueda acceder a un plan por cooperativa, no pueda formar una cooperativa, a ver cual es el impedimento legal. Ninguno”.
Antes que D’Elía, distintas organizaciones populares ya presentaron denuncias más allá de las 27 protestas frente al ministerio, acampes incluidos: “denunciamos ante el INADI, que somos victimas de discriminación por nuestras opiniones políticas y posicionamientos ideológicos. El Ministerio viola el espíritu de la ley N° 20.337 de Cooperativas y las resoluciones 3026/06, 255/88, 750/94, y demás normativas concordantes del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) al rechazar la formación de cooperativas autónomas del control político de los Intendentes en el Programa Argentina Trabaja, vetando expresamente a ciudadanos propuestos para conformarlas, por el sólo hecho de ser integrantes de organizaciones sociales independientes del Estado, del Partido de gobierno y sus grupos afines”, informaron el FOL, Unidad y Lucha y el Frente Darío Santillán, un mes atrás.
Pero a D’Elía lo revela algo más que los intendentes del conurbano. Es que Alicia Kirchner cedió a la presión de Emilio Pérsico, para armar una “tercera etapa” del Programa a la medida del Movimiento que el ex funcionario conduce. Los números muestran cómo están hoy alineados los movimientos kirchneristas de base territorial en cuanto a su cercanía con el gobierno. En esa “tercera etapa”, que pasará por fuera de las manos de los intendentes, se inscribieron, sin operativos públicos, cerca de 40 mil personas. De esa cifra, el Movimiento Evita, que dirige el programa a través del Indio Paillalef en el piso 17 del ministerio, “metió por la ventana” 14.921 militantes, que, además, ya están en condiciones de retirar sus tarjetas de cobro sin haber iniciado trabajo alguno, ni pasado por la obligatoria “capacitación” inicial que prevee el programa. En el mismo listado en que consta esa cifra de militantes del Evita, en otra columna, aparecen los datos de los militantes que Paillalef permitió cargar a la Central de Movimientos Populares, es decir, la organización de D’Elía: sólo 320 personas en todo el conurbano.
Por eso, sabe D’Elía, la denuncia a los intendentes es la forma más fácil de hacer llegar “el aviso” a la Rosada, pero la cuestión de fondo pasa también por la opción de Néstor Kirchner por reforzar al único de los movimientos K que se encuadró sin chistar en la estructura del PJ: el Movimiento Evita que conduce Pérsico, que es “Secretario de Relaciones con los movimientos Sociales” del Consejo Nacional del vetusto PJ.
D’Elía, soldado K, cometió el “pecado” de criticar a Néstor por recluirse en el PJ. Al igual que a las organizaciones sociales independientes, ahora también Alicia Kirchner, por medio del Evita, lo está castigando a él.