HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

jueves, 28 de enero de 2010

CARTA A LA PRESIDENTE

Sra. Presidenta de la Nación Argentina, Dra. Cristina Fernández de Kirchner S / D:

Por pertenecer al género, como ha dicho Ud. muchas veces, sinceramente tengo que pensar que sufre un grave problema de comprensión de aquellos asuntos que hacen a la cosa pública.

Creía que con mis cerca de setenta años ya no podía asombrarme por nada; pero, créame, Ud. me ha sorprendido. Esta falta de respeto a todo lo que Ud. misma representa tras haber sido elegida por el pueblo para que guiara los destinos de nuestra Nación es algo que realmente no me esperaba. La investidura presidencial merece un respeto que, al menos ayer, Ud. no ha tenido.

La chabacanería y los comentarios soeces (ver recuadro) también golpearon profundamente cuando los pronunció Silvio Berlusconi, pero a diferencia de la Argentina, Italia ha logrado resolver los problemas sociales que a nosotros nos siguen agobiando, aunque de ninguna manera lo estoy justificando.

El género, como Ud. dice, implica que la inmensa mayoría de nosotras podemos ser madres gracias al don de la procreación y a las relaciones dignificadas por el amor. No es que Ud. me haya provocado pudor. Nada de eso, Ud. me generó vergüenza. Más aún si se tiene en cuenta que en nuestro bendito país tenemos compatriotas que -como ya lo hemos dicho repetidamente en este diario- sobreviven con menos de un dólar por jornada, al igual que los habitantes del desolado Haití.

Villas con habitantes que han resignado sus esperanzas, madres que no avizoran un futuro para sus hijos y comunidades enteras que se han acostumbrado a vivir en medio de la violencia en todas y cada una de sus crueles manifestaciones: abusos sexuales, proliferación de las drogas, etc.

El responsable de todo esto es el Estado que Ud. encabeza y que encabezó su marido, el ex presidente Néstor Kirchner, su antecesor. Durante sus años de gobierno no han hecho nada para revertir los terribles flagelos que acechan cual despiadadas fieras sobre ese 40% de la población que se encuentra sumergido en la pobreza.

Es cierto que Ud. no es la única responsable del desempleo y el resto de los males que azotan a la patria en el año de su Bicentenario. Los males venían de antes, pero nadie puede negar que no han hecho esfuerzos para superarlos.

El General Perón tomó las riendas allá cuando promediaban los años ‘40 y no había reservas en el Tesoro. Como estadista entendió que tenía que cambiar la historia y puso en marcha no sólo los planes quinquenales sino todas aquellas políticas que decantaron en los años de mayor prosperidad y justicia social que haya disfrutado la Argentina.

Las conquistas de la clase obrera, las reivindicaciones de la mujer, las empresas del Estado, la independencia económica, el crecimiento industrial y hasta el turismo social materializaron aquello de la patria libre, justa y soberana.

En cambio, Ud., Sra. Presidenta, ha equivocado el camino y, con sinceridad se lo digo, esa frase seudo ocurrente no ha caído nada bien.

La carne de cerdo

En una alocución que de ninguna manera puede pasarse por alto, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner exaltó ayer las supuestas virtudes de la carne de cerdo en lo que hace a las relaciones sexuales.

Sus frases fueron reproducidas por las agencias internacionales de noticias: “Acá acaban de agregar un dato que yo desconocía y es que la ingesta de cerdo mejora la actividad sexual. No es un dato menor, además yo estimo que es mucho más gratificante comerse un cerdito a la parrilla que tomar Viagra”, sostuvo la mandataria durante un acto en el que firmó un convenio con la industria porcina.

“Yo soy fanática de la carne de cerdo y no lo digo para quedar bien. Ni tampoco para hacerme propaganda de nada (...). Me di cuenta después”, prosiguió durante el acto oficial que tuvo lugar en la sede del Gobierno.

La Presidenta hizo estas declaraciones durante el anuncio de un convenio rubricado entre la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) y la Asociación de Criadores de Cerdo, en el que se acordó la rebaja del precio al público de algunos cortes de carne porcina.

Fue ahí donde se autodefinió como “fanática” de la carne de cerdo y después se despachó de lo lindo: “Kirchner me mata cuando llegue a Olivos”, dijo, y se largó a contar: “El anterior fin de semana, cuando estuvimos en El Calafate, nos comimos en lugar de corderito un cerdito a la parrilla riquísimo, al aire libre (...). Y anduvo todo muy bien el fin de semana, así que puede ser que tengan razón”.

Diario Hoy - Myriam René Chávez, Directora

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