PACTO DE OLIVOS, EL REGRESO

“El reencuentro de la familia radical”, podría ser el lema previo y convocante al congreso nacional del centenario partido de Alem en el mes de octubre. El efecto Cobos le está dando nuevos bríos y dividendos a todos los radicales, se encuentren donde sea. Oportunidad quizás única e irrepetible para reunir masa crítica y recuperar cierto protagonismo político. Luego de una seguidilla de resonantes derrotas electorales y una constante sangría de dirigentes por derecha, por izquierda, hacia el gobierno y también hacia la nada, la UCR se sigue doblando sin roturas terminales. Lo que si es terminal es el sistema partidocrático nacional. Pero si hay alguien que sabe sobrevivir a esta contingencia de vaciamiento total, es el núcleo restante del viejo tronco radical partidario. La opción Carrió se ha desdibujado para la mayoría de los radicales de paladar negro con la irrupción de Cobos. Cobos sabe, y si no, el Coti Nosiglia se lo va a explicar, que su fortaleza es quedarse en el gobierno hasta cinco minutos antes. Inversión barata que crece solamente con esperar para contrastar con los Kirchner. El gasto lo hace Cristina y el Cleto, desde una posición envidiable, recoge algunos de los frutos del cansancio social y político de la sociedad. Negocio redondo. De todas maneras, y en nombre de la gobernabilidad, es muy probable que la posible energía política que logre de ahora en más, reunir Alfonsín entre otros, sirva tan solo para un nuevo pacto “institucional”. Lo lograrían en condiciones muy ventajosas. Hay una fuerte corriente interna que rema en esa dirección. Sin que se le vean mucho las manos, para poder seguir explotando la inesperada popularidad del Vice.