Por Diario HOY.-
El gobierno anunció el pago voluntario del Boden 2015, por el cual tomará nueva deuda por un valor de 3.000 millones de dólares. El doble discurso K que no aguanta una página más del relato oficial. En una muestra más del doble discurso imperante en el gobierno nacional, el ministro de Economía Axel Kicillof, anunció ayer el pago "anticipado" y "voluntario" del Boden 2015, título que vence en octubre del año que viene por un valor de 6700 millones de dólares, con el objetivo central de intentar cortar con “todas las maniobras especulativas".
El otrora rebelde funcionario nacional, aseguró que van a llevar adelante “el pago anticipado y voluntario del Boden 15. Quienes tienen los bonos 15 en su mano, pueden venir entre el 10 y 12 de diciembre y el Gobierno les pagará un precio similar al que tienen en el mercado esos mismos bonos".
La opción ejecutada desde el Palacio de Hacienda para llevar a cabo esta medida, es una emisión de Bonar 24 de 3000 millones de dólares que sirva para pagar esta muestra de fuerza que el gobierno busca dar ante los mercados financieros del mundo.
La oferta cayó negativamente en los mercados, ya que muchos se preguntan para qué canjear ahora un bono que vence en octubre del año que viene, cuando dentro de pocos meses se podrá sacar mucho más dinero por el mismo bono de lo que ofrecen ahora.
Quienes conocen los manejos de Axel Kicillof y su equipo, aseguraron que la medida está dada para frenar los impulsos de los holdouts y así sostener la “épica” oficial que habla de sólo pagar bajo jurisdicción local.
Desde los fondos buitre tomaron esta resolución como “intrascendente” y están convencidos que a partir del mes que viene, el kirchnerismo se sentará con ellos para negociar una salida al default técnico que azota al país.
Uno de los caballitos de batalla que ha tenido el gobierno a lo largo de la última década, es el de haber encarado una política de desendeudamiento que sirvió para “sacarse de encima” las injerencias en la economía local de los grandes organismos financieros internacionales.
La ficción oficial quiere mostrar a un país desendeudado, con una economía en crecimiento y con una industrialización vigorosa que hace resurgir al interior de la Argentina. La realidad muestra todo lo contrario, con un país con una deuda cada día más creciente, con una recesión que azota hasta el último de los habitantes del país, y con economías regionales que agonizan.
La emisión de nueva deuda por el valor de 3.000 millones de dólares lleva al país a engrosar su deuda externa, alcanzando niveles increíbles y que dan contra la pared más de una década de discurso oficial hablando de desendeudamiento. Ni bien se sintió acorralado por la economía, el kirchnerismo volvió a adquirir deuda y espera lograr un acuerdo con los fondos buitre para poder salir a tomar más deuda al mercado internacional.
En la Argentina de la segunda década del siglo XXI, el doble discurso y la doble moral parece estar más latente que nunca dentro del oficialismo, sobre todo en lo tendiente al tema del desendeudamiento, que lleva al kirchnerismo a cometer un desliz tras otro, que tendrá que pagar el gobierno que salga elegido en las elecciones del año que viene.
