Por Guillermo Cherashny/El Informador.-
Pese a que la mayoría de los encuestadores hablan de un triple empate entre Sergio Massa, Daniel Scioli y Mauricio Macri, en realidad el jefe de gobierno estaría en el tercer lugar. Una encuesta que exhiben los massistas como una carta triunfal es la de su propio consultor, el peruano Sergio Bendixen (que hace encuestas en los EE.UU. y trabajó sobre el voto latino para Obama) le da a Massa el 27%, a Scioli el 22, y a Macri sólo el 16. Por supuesto que otros encuestadores, ligados a Scioli, presentan los números al revés. Bendixen hace casos domiciliarios o presenciales y en el orden de 4.000, no como JJ Rendon, quien trabaja para de José Manuel de la Sota y contrata encuestadoras ligadas a la Casa Rosada y el macrismo.
El giro del PRO
La convicción de que no le será fácil salir del tercer puesto habría convencido a Macri de desoír los consejos de Jaime Durán Barba, que insiste en que el PRO debe concurrir solo a las elecciones. Así es que el jefe de gobierno se inclinaría ahora a aceptar el reto de Ernesto Sanz de competir por la candidatura presidencial en las PASO, con el objetivo de conseguir una concurrencia masiva de votantes y convertirse así en la primaria más atractiva, ya que es cada vez más dudoso que Scioli tenga competencia real y hasta ahora no aparece un candidato de peso para disputar con Massa en las PASO. Macri tendría claro que si se presenta con Gabriela Michetti en las PASO quedaría tercero y luego en la primera vuelta perdería buena parte de los votos que obtenga en las primarias. De ahí que en los últimos días cambiara de idea y ahora aliente la alianza con Carrió y Sanz, quien tiene escaso caudal de votos en su distrito, Mendoza. Entre la dirigencia radical, salvo Enrique Nosiglia y los de la ex Coordinadora, hay fuertes cuestionamientos al pacto con Macri y Carrió. Candidatos a gobernadores como Gerardo Morales (Jujuy), José Cano (Tucumán) y Luis Petcoff Naidenoff (Formosa), entre otros, quieren vencer a los gobernadores peronistas y necesitan que un sector del peronismo provincial los apoye para arrebatarles sus feudos.
Un caso testigo es Tucumán, donde Cano le podría ganar a cualquier candidato del alperovichismo y para presidente Massa tendría el 32%, Scioli el 22% y Macri el 14%. Claro está que en las provincias donde habrá elecciones locales adelantadas, está la duda de que a quién votarán los radicales en la elección presidencial. El caso es que el reflotamiento de la alianza entre Macri, Sanz y Carrió podría empujar a Julio Cobos a presentarse como gobernador de Mendoza y los massistas intentarían un acercamiento con él. Así las cosas, el radicalismo podría terminar, de no haber acuerdo, partido en tres fracciones electorales. Un sector iría detrás de la alianza Sanz-Macri- Carrió, que contaría con el beneplácito de un amplio sector del kirchnerismo que quiere polarizar con el PRO. Otros se alinearían detrás de Massa y los restantes, como Ricardo Alfonsín, seguirían levantando una especie de tercera posición de UNEN. Naturalmente, los números mandan y si Macri o Massa se fortalecen en las encuestas antes de las PASO, esto direccionaría el voto radical.
