Por Javier Blanco/La Nación.-
El BCRA acepta la depreciación del peso para no perder más reservas
Lo que era una presunción ya lo confirman los números: la promesa presidencial de no desvalorizar al peso ("Los que pretendan ganar plata con una devaluación tendrán que esperar otro Gobierno", había disparado Cristina Kirchner por Twitter a comienzos de mayo) parece haber caído en el olvido.
De las elecciones para renovar parlamentarios a esta parte, es decir, al cabo de las últimas dos semanas, el Banco Central (BCRA) convalidó una depreciación del peso contra el dólar en el mercado mayorista de 7,80 centavos.
El precio pasó de $ 5,8860 (cierre del viernes 25 de octubre) a $ 5,9640 (el valor definido ayer, luego de que el BCRA convalidara otra suba de dos centavos en el billete para no resignar más reservas mediante intervenciones de venta), lo que supone una tasa de devaluación anualizada del 40,3% anual.
Incluso, si se prescinde del dato del jueves -cuando el mercado tuvo una sobreoferta por la norma que les vedó la financiación en pesos a las cerealeras y las obligó a liquidar sus divisas para cancelar esos préstamos-, la tasa de devaluación anualizada se acerca mucho más al nivel del 56% que había mostrado en la última semana de octubre.
La aceleración en el deslizamiento parece estar definido por el mercado.
La oferta de dólares no alcanza para compensar la demanda (aunque parte de ella está desde hace dos años reprimida), lo que obliga al BCRA a sacrificar reservas: vendió US$ 3160 millones sólo entre septiembre y octubre. Cuando intenta reducir ese monto, sin correr el riesgo de paralizar la economía por el bloqueo a las importaciones, retacea las ventas, lo que lo obliga a convalidar un corrimiento en los precios tal vez mayor al que tenía originalmente previsto.
A nivel minorista, el billete avanzó en la semana de $ 5,94 a 5,97, pero ese cierre ayer fue más testimonial que nunca, ya que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) mantuvo por momentos bloqueados los pedidos para comprar divisas con fines turísticos, la única venta que se cursa al valor oficial, lo que desató toda clase de rumores sobre un inminente desdoblamiento del mercado que ya rige de facto.
En tanto en la plaza informal, el precio de venta de la divisa se mantuvo en $ 9,80, aunque con una demanda acotada que los operadores vinculan a la "falta de pesos".
"Con esto de que el BCRA no puede comprar un dólar, se perdió una de las vías de inyección de pesos. Fijate que la base monetaria en octubre no creció y lo que emiten va para el sector público", señaló uno de ellos, para explicar el freno en la demanda que percibe. En octubre la oferta de pesos se contrajo en algo más de $ 600 millones, según confirmó ayer el ente monetario al actualizar sus estadísticas.