HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

miércoles, 14 de agosto de 2013

Cristina Kirchner y Mauricio Macri, con dilemas parecidos

Por Carlos Tórtora/El Informador.-        Ambos se enfrentan al riesgo de derrotas que los descolocarían. Aunque con distinta intensidad, el resultado de las urnas golpea de manera similar al kirchnerismo y el PRO, hasta poco tiempo atrás las dos fuerzas que hegemonizaban la escena política. Los parecidos empiezan con la reacción de ambos. CFK se refugió en el 26,31% obtenido a nivel nacional para festejar que el Frente para la Victoria es la fuerza más votada y la cúpula macrista se aferró al mismo argumento en Capital, negándose a aceptar que, aunque no se puedan sumar automáticamente para octubre todos los votos de las listas de UNEN, hay que pensar que pueden superar el 27,5% obtenido por el PRO.
En materia de riesgos también hay similitudes. Si el Frente para la Victoria perdiera en octubre ante el Frente Renovador por más de 10 puntos, la presidente quedaría expuesta a un deterioro tan grave como para llegar a la pérdida del control del peronismo. Y si el PRO no consigue imponer a sus dos candidatos a senadores nacionales y pierde además una o dos bancas de diputados ante el avance de Elisa Carrió, el sueño presidencial de Macri sufriría un golpe muy duro. En ambos casos, también, si se debilitaran los liderazgos de la presidente y el jefe de gobierno, la lucha por sus respectivas sucesiones podría volverse incontrolable. Una Cristina en el tobogán podría perder rápidamente la capacidad de digitar un sucesor y quedaría expuesta a las tensiones de una interna salvaje entre Daniel Scioli, Sergio Massa, José Manuel de la Sota y otros. La interna macrista por la jefatura de gobierno entre Gabriela Michetti y Horacio Rodríguez Larreta, si bien sería más light, tensaría al máximo la unidad del PRO. Otro parecido: de acá al 27 de octubre tanto Macri como Cristina están obligados a reaccionar para evitar que las luces amarillas que se encendieron el domingo se conviertan en una catástrofe. Es difícil decir qué harán, porque en realidad no tienen demasiado espacio para innovar. Macri apostó una vez más a girar en torno a sus éxitos de gestión y a la campaña light. La presidente es, por su parte, extremadamente conservadora y enemiga de los cambios -y mucho menos bajo presión- así que no cabe esperar grandes innovaciones. Ambos apostaron a que la oposición, fragmentada y sin brillo, daría un espectáculo lo suficientemente pobre como para que el electorado continuara apostando masivamente a los dos oficialismos. Pero se equivocaron. La presidente no creyó que Sergio Massa se animara a levantar vuelo y Macri subestimó el efecto movilizador del acuerdo entre Carrió, Pino Solanas y la UCR. Aunque de distinta forma, Massa los afecta a ambos. En el caso de CFK, el tigrense amenaza con convertirse en la salida política de un kirchnerismo que se empieza a sentir acorralado. Macri es hoy por hoy un aliado de Massa, pero éste no lo reconoce públicamente porque no quiere quedar etiquetado en una alianza de centro derecha. En la mesa chica del PRO sospechan que, si el tigrense gana por una gran diferencia en octubre, sentiría que un frente con el PRO le queda chico y apuntaría directamente a quedarse con el PJ. La multipolaridad A diferencia de CFK, cuyo ciclo tiende a agotarse más rápido que los largos dos años que le quedan en la Casa Rosada, Macri todavía cuenta con margen de maniobra como para ser presidente en el 2015. Pero el peronismo está empezando a reaccionar y esto desfavorece al PRO, que hasta ahora se benefició por ser la alternativa natural al monopolio kirchnerista del justicialismo. La aparición de un gran polo no peronista, que en Capital se expresa en UNEN pero que está tomando vuelo en una docena de provincias, es una novedad que afecta al kirchnerismo y al macrismo. Una victoria de UNEN en octubre dejaría a este sector a un paso de desalojar al PRO del gobierno en el 2015. En relación a Cristina, el resurgimiento de la centroizquierda representa para ella un peligro especial. A diferencia de Massa y Macri, que no privilegian el tema, tanto los radicales como Carrió son incansables fiscales anticorrupción. Su crecimiento político derivaría en la reinstalación sistemática del tema, lo que tarde o temprano puede influir en la conducta de la justicia federal. Si la centroizquierda toma las riendas del discurso opositor, la posibilidad de un Nuremberg de la corrupción dejaría de ser una expresión de deseos. Asi es que Mauricio y Cristina, acostumbrados a polarizar entre ellos la realidad política, se enfrentan ahora a la complejidad de un escenario multipolar. En el mismo, el hecho de ser oficialismo ya no es tan decisivo como antes, porque en la sociedad predomina el malhumor y el hastío. Todo un presagio para el advenimiento de grandes cambios.

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