Por Guillermo Cherashny/El Informador.- La sombra de Yabrán en el avión que trasladaba a Daniel Muñoz con los bolsos de euros.
Ayer fue eyectado de su cargo del presidente de ENARSA, Exequiel Espinosa, quien fue reemplazado por Juan José Carbajales, hombre de Axel Kicillof, que de este modo pasa a controlar una de las principales cajas de la corrupción oficial: la importación de gas natural licuado a través de buques metaneros por la que se paga entre 17 y 20 dólares el millón de BTU, la unidad de medida que se utiliza para todo tipo de gas. En este caso se trata de un producto elaborado en base al gas venezolano y que deja importantes retornos desde que la Argentina empezó a incrementar la importación de combustible ante la falta de producción de gas por parte de Repsol-YPF y demás petroleros por falta de precios internos. El problema de fondo no se solucionó con la confiscación de YPF y, como se sabe, el país importa gas natural de Bolivia a 11 dólares el millón de BTU y lo que falta viene del GNL de Venezuela, cuyo botín era requerido por la Cámpora desde tiempo atrás. En la etapa que acaba de terminar, el negocio fue administrado por el presidente de YPF, Miguel Galuccio, que trabajaba asociado con Espinosa y Julio de Vido.De ahora en adelante, la caja será de la Cámpora. La apresurada salida de Espinosa estaría vinculada a que uno de sus principales colaboradores, el contador Jorge Cerrota, fue director de la financiera SGI, más conocida como “la Rosadita”. Ayer, el juez federal Sebastián Casanello ordenó nuevos operativos en SGI, ubicada en el edificio Madero Center, en el marco de la investigación por lavado contra Lázaro Báez y otros empresarios.
Un sistema de corrupción estructural
Otra línea de la investigación son los viajes de un avión Cessna Citation que era usado por el secretario privadísimo de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz, para trasladar los bolsos repletos de euros a Río Gallegos y de ahí a la casa de Lázaro Báez, la bóveda de la familia Kirchner y a la casa de CFK en su “lugar en el mundo”, El Calafate. Coincidentemente, se trata del mismo avión que fue charteado por ENARSA -por orden de Espinosa- para el viaje Caracas-Buenos Aires del 4 de agosto del 2007. En el mismo, Antonini Wilson trajo su célebre valija con 800.000 dólares. Aunque la investigación judicial no avanzó demasiado, se presume que se habría tratado sólo de una de las tantas valijas conteniendo dinero para la campaña presidencial CFK-2007. El Cessna Citation en cuestión pertenece a Royal Class, empresa propiedad de los hijos de Alfredo Yabrán y de su sucesor, el empresario Héctor Colella, estrechamente ligado a Jorge Brito, dueño del Banco Macro y presidente de ADEBA. Facimex, la sociedad de bolsa de Brito, ahora bajo la lupa por lavado -ya hay una denuncia de Graciela Ocaña- está ligada a la financiera Inverness, que gerenciaba Ernesto Clarens, uno de los principales operadores kirchneristas para el lavado de fondos, que respondía a Lázaro Báez. Inverness habría sido el canal utilizado para enviar al exterior los desparecidos fondos de Santa Cruz, es decir, los US$ 1000 millones pagados por la Nación a la provincia por regalías petroleras mal liquidadas. La misma financiera fue usada para lavar, junto con SGI, los euros de Báez a través de Leonardo Fariña y Federico Elaskar. En cuanto al Cessna Citation, está ahora en venta en Miami por un 4 millones 800 mil dólares.
En el programa de Lanata, la ex directora de correspondencia de la Unidad Presidente, Miriam Quiroga, señaló que en Catamarca Armando “Bombón” Mercado, ex marido de Alicia Kirchner, recibía los retornos de las empresas mineras en lingotes de oro y que los sacaba vía Chile. Después, vía marítima, llegaban a Río Gallegos. Cabe señalar que el yacimiento de carbón de Río Turbio en Santa Cruz exporta la mayor parte de su producción a través de barcos hacia la República de Chile Los barcos que llevaban carbón volvían entonces con los lingotes de oro de la Barrick Gold. Esto demuestra los alcances de la corrupción estructural del kirchnerismo, que funciona como un sistema con múltiples proyecciones. Con respecto a los buques metaneros que trasladan el GNL a las refinerías de Escobar y Bahía Blanca, esta operación era manejada por el ex concesionario de TBA Claudio Cirigliano, el máximo recaudador de los subsidios al transporte hasta que ocurrió la tragedia de Once. Procesado por su responsabilidad en la misma, Cirigliano quedó al margen del negocio y Espinosa se hizo cargo del tema. Así fue hasta ayer, cuando La Cámpora se apropió de una de las cajas más redituables del kirchnerismo, en perjuicio de De Vido, que acaba de sufrir una nueva herida, justo cuando está a punto de cumplir, el próximo 25, diez años como Ministro de Planificación Federal. Un record absoluto en la historia argentina.
