Por lapoliticaonline.-
El equipo económico del Gobierno fue al Senado a explicar como funciona el nuevo sistema para blanquear dólares, pero no conformaron. Admitieron que habrá un mercado paralelo y no detallaron como se cobrarán los bonos. "Me encanta escucharlo, habla y habla como Cavallo", le dijeron a Kicillof.
“Me encanta escucharlo. Habla y habla, me hace acordar a Cavallo”, chicaneó Liliana Negre de Alonso a Axel Kicillof, quien se rió nervioso y tomó el micrófono para contestar. Guillermo Moreno lo frenó, todavía entre risas. Fue esa alguna de las escenas de las cinco figuras del equipo económico en el Senado, donde defendieron con muchos puntos grises el proyecto para blanquear dólares y trasnformarlos en bonos para comprar inmuebles o invertir en YPF.
Como era de esperar, los funcionarios desconocieron el mercado paralelo de dólares que duplica le oficial.“El precio del dólar es 5.20”, salió en su rescate Aníbal Fernández, presidente de la Comisión de Presupuesto, cuando arreciaban las preguntas sobre que cotización se tomará para el dólar. Pero Mercedes Marcó del Pont, la presidenta del Banco Central, aportó a la confusión cuando dijo que el precio de venta de los CEDIN (el título previsto para cancelar operaciones inmobiliarias) y se definirá en pesos a cambio oficial según surge de un mercado secundario que estimó se creará una vez que el instrumento este en la calle. "Los Cedin tendrán mercado secundario y descuento, de acuerdo a la oferta y la demanda entre privados", explicó. Sería, entonces, un tipo de cambio implícito, que necesariamente no deberá ser el oficial, sino el que pacten la oferta y la demanda. La duda que no saldaron es si con un mercado secundario podría canjearse un certificado por dólares no atados a un título de propiedad concreto. ¿Acaso no será posible sobrefacturar entonces una propiedad para blanquear dólares y atesorarlos o venderlos en el mercado paralelo? ¿Y si se invierte dinero ilegal en esos títulos? Por ejemplo ¿Qué impedirá que una banda de piratas del asfalto compre dólares blue con el producido de sus fechorías y luego los blanquee aprovechando la nueva normativa? Moreno intentó explicarlo. "Al principio o al final el bono recupera su nominatividad. Los bonos son para inversores no calificados. Si hiciéramos sólo bonos estructurales obligaríamos a esos inversores a ir al mercado. Esto mejora la negociación de los bonos en el mercado secundario porque lo hace masivo", intentó explicar Moreno. Precisamente la nominatividad es lo que genera más dudas, ya que se teme que los falsifiquen. Es que los CEDIN de menor denominación serán de 10 mil dólares, una cifra más que atractiva para eventuales falsificadores. Por eso surgió la duda sobre la seguridad de la impresión de billetes. “Los va a imprimir La Casa de la Moneda”, afirmó Hernán Lorenzino, ante las preguntas de los senadores, llevando más alarma que tranquilidad, dado el historial reciente de fracasos de esa entidad. "¿Los va a imprimir Ciccone", preguntaron los opositores, dejando una duda letal en el ambiente. La entidad que preside Katya Daura, por caso, volcó en el mercado billetes con la cara de Evita fácilmente falsificables, con groseros errores de confección y hasta realizados en tamaños que no eran aceptados por los cajeros. La eventual aparición de Cedin truchos impactaría además en las reservas, ya que lejos de evitar el drenaje lo agravaría. Otra incógnita es si los Cedin se canjearán automáticamente por dólares sin descuento, apenas se concrete una operación inmobiliaria y si se exigirá calzar el bono con un título que acredite la operación. Abundaron argumentos para explicar porque será mejor tener dólares cotizados a 5.20 a cobrar en un banco, que otros que superan los 10 pesos en cualquier cueva. “Se supone que este proyecto bajará el mercado paralelo”, aventuró Miguel Pichetto. Ladrillos y Cedin Moreno volvió a acaparar la atención con sus cruces con radicales, como Gerardo Morales y Mario Cimadevilla. Al primero, intentó explicarle con simpleza lo que él considera un sistema fácil de canje de bonos por propiedades. "Cuando el fabricante de ladrillos quiera retrotraer la operación, se presentará al BCRA con el Cedin, la factura de venta y el Banco Central le dará los $US100 correspondientes". “Con ese Cedin de $US100, en la fábrica de ladrillos, se va a llevar cantidad de ladrillos al precio que el fabricante tenga de lista, equivalente a los $US100, que será al cambio oficial que hubiese en ese momento", agregó, generando más dudas que certezas. Cimadevilla lo acorraló con preguntas concretas. Como el valor del dólar o el índice de inflación. Moreno se fue por las ramas para justificar al Indec. “Tenemos que ajustar a los máximos rigores técnicos. La definición técnica de inflación es aumento generalizado de precios. Las consultoras que dan índices todos los meses lo hacen con algunos precios que bajaron y otros que subieron”, se escapó. Buscó apoyo en Adolfo Rodríguez Saá para comentar que había economía negra que impedía medir los costos. “Contésteme lo concreto”, exigió Cimadevilla. “Veo que mi descripción no cultiva”, se burló el secretario.
