UN DECRETO POLÉMICO.-
Cristina desconfía (de todos).-
Si Amado Boudou no fue y Mercedes Marcó del Pont tampoco. Si Jorge Mayoral, secretario de Minería, se enteró porque lo llamaron de una radio para que opinara, y Daniel Cameron, secretario de Energía, fue informado por sus colaboradores, ¿quién le armó el decreto a Cristina? Zozobra, esa es la palabra adecuada. Del festejo del triunfo electoral dominical, muchos funcionarios del Ejecutivo Nacional han pasado a una expectativa tensa. Cristina Fernández decidió un decreto sobre liquidación de divisas en el país con alcance a petroleras y mineras, y se ignora cómo fue que ocurrió. Amado Boudou, ministro de Economía y vicepresidente de la Nación, afirma que no fue el inspirador del texto. Él había conversado el martes 25/10 con colaboradores y funcionarios del Palacio de Hacienda que le recriminaron en la mañana del miércoles 26/10 que no les hubiera avisado (en especial se lo dijeron los de Planificación), pero él insistió en que no tenía nada que ver. Mercedes Marcó del Pont, presidente del Banco Central, tampoco se atribuyó alguna vinculación con la medida.
¿Guillermo Moreno? ¿Juan Carlos Fábrega? ¿Quién?
En firme quedaron algunas conclusiones para los funcionarios que hasta ahora se disputaban nuevos espacios de gobierno y responsabilidades:
> Que Cristina no confía en casi nadie. Obviamente en casi ninguno de ellos.
> Que Cristina puede tomar decisiones en soledad, sin consultarlos tan siquiera.
> Que la gestión de gobierno se puede complicar por la impericia de Cristina en cuestiones tales como la de liquidación de reservas porque por más que nadie haya criticado el texto del decreto, es obvio que tendrá impacto en inversiones y reinversiones (a buen entendedor...).
Una pregunta: ¿Solo desconfía de ellos o, además, los desprecia?
Otra pregunta: ¿La obsecuencia es sinónimo de lealtad?
Surgen otras 2 conclusiones:
> El 2do. mandato tendrá diferencias en el estilo de gestión del 1er. mandato.
> Ya no hay ni mesa chica siquiera. Es Cristina y su soledad.
.jpg)
