HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

jueves, 28 de octubre de 2010

ÚLTIMAS 12 HORAS

"URGENTE 24" DE EDGAR MAINHARD OPINÓ:

Las últimas horas y el último hombre que provocó la salud de Néstor Kirchner. Néstor Kirchner tuvo una muerte que coincidió con su vida, con sus ritmos, con su personalidad. Néstor Kirchner murió en su lugar en el mundo, y en el núcleo del poder. Néstor Kirchner sabía que su cuerpo ya no podía seguir el ritmo de sus ambiciones: ¿fue casi un suicidio? No lo mataron, ¿o sí?

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- 15 médicos intentaron reanimarlo en lo que fue una tarea larga e infructuosa. Duró más de una hora, ocurrió en la unidad de emergencia del hospital José Formenti de El Calafate, pero no hubo éxito.

Desde las 9.15 de ayer (27/10), los médicos, entre ellos dos cardiólogos y cuatro terapistas, hacían lo imposible para sacar a Néstor Kirchner del estado de paro cardiorrespiratorio con el que había ingresado a las 8.05.

Kirchner ya se había levantado ayer a la mañana cuando lo sorprendió el malestar en el pecho, según informó una corresponsal del diario 'La Nación' en Río Gallegos. Estaba parado y se desmayó. A las 7.55, desde la residencia se pidió una ambulancia, a la que apenas le llevó minutos recorrer las 15 cuadras que separan el hospital del domicilio del matrimonio presidencial en el barrio Las Chacras.

Al llegar, los médicos le hicieron la primera reanimación, y ante la falta de respuesta, fue subido a una camilla y lo llevaron al hospital.

El ex presidente ingresó en camilla en estado de paro cardiorrespiratorio, con la Presidente Cristina pegada a él.

"Hicimos trabajo de reanimación cardiopulmonar básica y avanzada por más de una hora", confió a la corresponsal un médico que formó parte del operativo de resucitación.

A las 8.30 había ya un gran revuelo en el hospital de El Calafate cuando empezaron a trascender las primeras informaciones de la internación.

Antes de las 9, el gobernador Peralta solo, sin custodias ni chofer, partió raudo a El Calafate en su camioneta. Lo mismo hizo el hijo presidencial Máximo Kirchner, que estaba en Río Gallegos.

"Estaba un médico presidencial", aseguró una fuente del hospital de mediana complejidad de El Calafate, que, si bien es sencillo, cuenta con una unidad de emergencia con todos los elementos para hacer una reanimación de esas características.

"Estamos trabajando, tratando de sacarlo", confirmó el jefe de la unidad médica presidencial, Luis Buonomo, desde Buenos Aires, a un funcionario santacruceño. Eran las 9 de la mañana. Las llamadas entre El Calafate y Río Gallegos sólo traían malas noticias. A las 9.30 la muerte del ex presidente era una versión que nadie se animaba a confirmar desde El Calafate. El sistema de comunicación del gobierno provincial y el nacional estuvo mudo durante varios minutos.

La noticia en esa localidad se expandió rápidamente. Y llegaron al hospital el diputado Jorge Arabel, que vive a una cuadra, la sobrina de Kirchner y fiscal de El Calafate, Natalia Mercado -hija de la ministra Alicia Kirchner-, fue el único familiar directo que acompañó a Cristina en los minutos trágicos que siguieron al fatal desenlace.

A media mañana ella decidió que el cuerpo de su marido debería regresar a la residencia, y allí esperó la llegada de su hijo, Máximo.

Así acontecieron las últimas horas, o los últimos minutos. Pero también hubo últimas reuniones, últimos actos, últimos encuentros, y ultimos desencuentros...

¿Puede establecerse un desencadenante de éstos hechos? La salud de Néstor estaba en uno de sus peores momentos, y su personalidad, es cierto, en nada contribuía. Mucho menos, sus acciones. Pero, ¿cuál fue la gota que rebalsó el vaso?

Néstor Kirchner había llegado el sábado a la tarde a El Calafate desde Río Gallegos. Esa mañana se encontró en el café del hotel Santa Cruz con el secretario legal y técnicp de la Presidencia, Carlos Zannini. Tomó el café con Zannini en la mesa de siempre en un rincón de la confitería ubicada a menos de una cuadra de la gobernación. A la tarde, partió junto con la jefa del Estado a El Calafate sin asistir al acto del 28° aniversario de la unidad básica que catapultó a Zannini y a su ex chofer y amigo entrañable Rudy Ulloa Igor.

A Ulloa lo volvería a ver el martes, en la última noche de su vida, en El Calafate. Junto con el empresario Lázaro Báez compartieron una cena en la residencia de los Kirchner. La sobremesa incluyó charlas de políticas y también de obra pública, según algunas versiones.

Otras dicen que por momentos tuvo un tono más fuerte de lo común. Algunas fuentes indican que había discutido por teléfono con Hugo Moyano.

Habría ocurrido en la noche del martes, en plena reunión con el empresario santacruceño. La conversación se habría interrumpido cuando al ex Presidente le pasaron un llamado del todopoderoso titular de la CGT. El líder camionero habría mantenido una fuerte discusión teléfonica que dejó a Kirchner alterado, según se comenzó a comentar en el círculo más cercano al matrimonio presidencial.

Moyano le reprochó a Kirchner la falta de apoyo a su flamante conducción en el Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires. Ese mismo día había convocado al consejo partidario del partido, pero más de la mitad de sus integrantes -en su mayoría intendentes del conurbano- pegaron el faltazo y lo dejaron sin quórum para sesionar.

En la lista de ausentes de peso, figuraban el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el ministro del Interior, Florencio Randazzo; y el presidente provisional del Senado, José Pampuro, tres hombres que respondían a ultranza al ex Presidente. La movida enfureció a Moyano, que pretendía designar a un protesorero de su confianza en el partido y además mudar la sede de reuniones a Capital.

Otro reproche devino por la falta de freno al juez federal Norberto Oyarbide, quien citó a indagatoria a Marcos Hendler, testaferro de Hugo Moyano y presidente de la Droguería Urbana, en el marco de la megacausa por los medicamentos adulterados. Hendler deberá presentarse ante el magistrado el próximo 23 de noviembre.

El dueño de Droguería Urbana es investigado en la causa por irregularidades en la venta de medicamentos a la obra social del sindicato de Camioneros que conduce Moyano.

En la causa se sostiene que "(Hendler) es una de las pocas personas que el superintendente de Servicios de Salud, Héctor Capaccioli admite conocer y haber tratado en el marco de la recaudación oficial para la campaña de Cristina 2007".

Este último dato es el que puede vincular el expediente por lavado de dinero durante la recaudación proselitista de ese año con la mafia de los medicamentos.

Sin embargo, lo más revelador del tema es que en la denuncia que investiga Bonadío aparece la silueta de Moyano, quien "habría girado cerca de $70 millones a Droguería Urbana, una firma nacida en el 2003 — junto a la llegada del kirchnerismo al poder— y de la cual se sospecha que Moyano es testaferro a través de Hendler".

Esa droguería, no casualmente, está siendo investigada por haber sido una de las tantas empresas sospechosas que aportó dinero a la campaña de Cristina de Kirchner.

En fin, después de la discusión telefónica Kirchner continuó la reunión, pero como era habitual en él, no podía ocultar su furia. Estaba claro que contradecía todos los consejos médicos que demandaba su salud, y que se había vuelto incontrolable luego de su segunda internación en el año.

En la mañana del miércoles, sufrió dos paros cardíacos y falleció.

FUENTE: URGENTE 24

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