AMENAZAN CON REBELIÓN FISCAL.
El dirigente Alfredo de Angeli dijo que muchos productores piden no pagar los impuestos como forma de manifestarse contra el Gobierno. En marzo podrían volver las movilizaciones a la vera de las rutas.
El jefe de Federación Agraria de Entre Ríos, Alfredo De Angeli, advirtió ayer que muchos productores piden organizar una “rebelión fiscal” contra las políticas del Gobierno en la comercialización de granos y advirtió: “Quizás en marzo estemos otra vez en las rutas. Si continúa la falta de respuestas del Gobierno (a reclamos agropecuarios), muchos productores ya piden una rebelión fiscal”, sostuvo el dirigente. Agregó que “otra alternativa que se habla en las reuniones con los productores es la de pagar los impuestos con especies, con la producción que no podamos vender o no valga la pena vender”.
De Angeli manifestó que “en marzo podríamos movilizarnos al costado de las rutas, pero desde la banquina a las rutas es sólo cuestión de minutos”. “Si el Gobierno piensa manejar el tema del maíz como manejó el del trigo, y además insiste con aumentar las retenciones a la soja, en marzo estaremos en las rutas otra vez”, remarcó. El productor entrerriano se sumó así a los cuestionamientos por posibles incrementos en las retenciones, aunque el jueves el subsecretario de Economías Regionales del ministerio de Agricultura, Luciano Di Tella, rechazó esa posibilidad y dijo que respondían a versiones “sin asidero”. Di Tella aclaró también días atrás que “con la soja nos encontramos en una situación auspiciosa, con condiciones climáticas muy favorables”. El funcionario indicó que a nivel mundial hubo “una ligera baja del precio de la soja, justamente por la cosecha que se espera en América del Sur, con muy buenos resultados en Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay”. De Angeli, por su parte, señaló ayer que “los productores no van a pagar los impuestos, sencillamente porque no van a poder pagar y esa situación acentúa la idea de una rebelión fiscal”. “Ya hay productores que me piden que convoque a una rebelión fiscal, o a pagar los impuestos con especies”, reveló. De Angeli también advirtió que en 2011 puede “faltar leche y va a subir (el precio de) la leche’. Asimismo, estimó que “va a faltar trigo y va a subir la harina”. “Estamos complicados con el tema del trigo que se vende, pero muy a cuentagotas”, relató el presidente de la Federación Agraria. En ese sentido, consideró que “la política del kirchnerismo ha ido agravando cada vez más la situación”. Según De Angeli, el Gobierno nacional “tiene algo de piel contra el campo” y resaltó que los funcionarios “salen con anuncios de subsidios que no cumplen”.
Ponerle un freno a la desaparición de productoresLa posible rebelión fiscal que pueden llevar a cabo pequeños y medianos productores es una cabal muestra de la bronca existente en el campo, especialmente en los sectores que constituyen el eslabón mas débil de la cadena. Las erráticas políticas oficiales, que se suman a la falta de incentivos para producir, no afecta a todos por igual. Los grandes pooles sojeros, conformados por fondos buitres que hasta gozan de beneficios impositivos, siguen obteniendo fabulosas ganancias gracias a la cotización internacional de los commodities, y cada vez concentran mayor cantidad de tierras. Estos sectores tienen acceso a la más alta tecnología, a las mejores semillas y fertilizantes, y por ende utilizan muy pocos trabajadores. Ello contribuye al despoblamiento rural. Se calcula que, en los últimos 15 años, 100.000 familias de productores rurales han sido expulsadas del campo. Mas allá de lo que digan los Kirchner en los discursos, la realidad muestra que las grandes explotaciones rurales y las cerealeras fueron ampliamente favorecidas por la acción u omisión de la administración K, que poco y nada hizo para evitar la concentración del uso de la tierra. Es en este tipo de situaciones en donde tiene que intervenir el Estado, haciendo de mediador para evitar que el más fuerte se imponga en el mercado a costa de los más débiles. La cuestión no pasa porque no haya grandes explotaciones agrícola-ganadera, sino en que exista un equilibrio. Una clara segmentación de las políticas agropecuarias e impositivas permitiría frenar la progresiva desaparición de los arrendatarios y de los pequeños establecimientos rurales.
FUENTE: DIARIO HOY