El proyecto original permitía que los ciudadanos opten por participar o no de las primarias. Con esas reglas, el Gobierno apelaba a hacer la diferencia con el peso de los aparatos. Pero, hasta ahora, la oposición de Diputados logró imponer la obligatoriedad de concurrir a las urnas, lo que habría enfurecido a Kirchner.
Uno de los cambios que la oposición de Diputados logró que hasta ahora se le hiciera al proyecto de reforma política enviado por el Gobierno podría complicar las chances electorales de Néstor Kirchner, quien, enterado, no habría ahorrado diatribas hacia el ministro de Gobierno, Florencio Randazzo, principal arquitecto del proyecto. La polémica modificación es el que hace obligatoria la participación de la ciudadanía en las internas, un reclamo de todo el arco opositor, que según señalaron a LPO diputados oficialistas que diagraman las reformas sobre el proyecto original, ya forma parte del nuevo texto que mañana se discutirá en el plenario de comisiones. “El voto será obligatorio, hay que tener la boleta sellada”, confirmaron desde el bunker oficialista de Diputados. El plenario será a las 15, y allí el kirchnerismo busca un dictamen final para tratar el proyecto en la sesión del día siguiente. El cambio que provocó un sismo en la Casa Rosada retocó el artículo 17, donde se escondía una trampa finalmente advertida por la oposición. Decía que en las internas abiertas, simultáneas y obligatorias que crea la norma, “pueden votar todos los electores, de acuerdo al registro confeccionado por la Justicia Electoral”. El apartado siguiente aclara que los electores sólo podrán voto por una agrupación política, o sea, inmiscuirse en la vida interna de una sola fuerza. Pero, así redactado, si bien los partidos estarían obligados a hacer las internas, los ciudadanos podrían optar si sufragan o no. Con la modificación ya aceptada por el kirchnerismo, el texto dice que “deben” votar todos los electores. “Nosotros pedimos que las internas sean obligatorias porque sólo así se evita el peso de los aparatos políticos”, dijo a LPO un diputado de la Coalición Cívica encargado de estudiar la norma. Con el proyecto original, el Gobierno apelaba a que, al no ser obligatoria la concurrencia de los electores a las primarias, las oleadas piqueteras y sindicales sumadas engrosen la militancia kirchnerista y faciliten el triunfo del ex presidente en una interna. De obligar a sufragar a todos los electores, 27.789.273 ciudadanos deberían participar de la primaria, según el padrón usado en los últimos comicios, lo que limitaría el poder de los aparatos políticos en la compulsa. En ese escenario, el creciente nivel de rechazo de la sociedad hacia Kirchner habilitaría el voto en su contra, y aminoraría sus posibilidades de vencer en la interna peronista. Anoticiado, el patagónico habría estallado de furia contra Randazzo, con quien mantiene una relación más tirante. FUENTE: lapoliticaonline
