Por Rubén Rabanal/Ámbito.-
Deuda: apuran voto por viaje de Cristina a NY
La madrugada de ayer en el Senado, tras la aprobación del proyecto para modificar el domicilio de pago de deuda a bonistas, aportó curiosidades políticas y también algunas explicaciones que echaron luz sobre los últimos e intrincados cambios que el Gobierno le introdujo a ese proyecto.
El kirchnerismo logró aprobarlo por 39 votos a favor, 27 en contra y dos abstenciones. La votación fue girada inmediatamente a Diputados donde Carlos Heller ya convocó para el martes a la Comisión de Finanzas para avanzar con el dictamen. El cronograma allí será corto: tras el debate en comisión el kirchnerismo estaría dispuesto a intentar la votación al día siguiente, el próximo 10, para convertirlo en ley. La alternativa más segura es que lo haga el miércoles siguiente, 17 de setiembre.
El apuro tiene sus explicaciones: Cristina de Kirchner dio la orden de no demorar la votación final más allá de esa fecha. Quiere tener el proyecto listo para cuando desembarque en Nueva York, la semana que se inicia el 23 de este mes para hablar ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
Allí presentará un pedido para que la ONU convoque a una comisión que analice la redacción de un tratado sobre el derecho soberano de los estados a reestructurar sus deudas sin injerencia de fondos de inversión.
En el final del debate en el Senado, se conocieron algunos datos que no habían sido explicados hasta ese momento en el recinto.
Fue Miguel Pichetto el encargado de explicar, por ejemplo, por qué se eligió incorporar a Francia como jurisdicción de pago alternativa cuando el Gobierno debió reconocer un vacío legal al cancelar el contrato de pago con el Bank of New York y dejar sólo vigente la invitación a bonistas a cobrar en Buenos Aires.
"El otro argumento que se critica es la apertura -se dice- improvisada de la jurisdicción de Francia. En primer lugar, hay un motivo para eso: precisamente, en Francia hay una normativa contra los denominados fondos buitre. Hay normativas legales que impiden el funcionamiento discrecional y el ejercicio en las acciones judiciales a estos fondos que también funcionan en el sistema del Euroclear, el sistema europeo, y que tienen prohibido querer cobrar más que las reestructuraciones que lograron la mayoría", avanzó Pichetto.
El otro asunto que todo el mundo conoce, si se está medianamente informado y se ha seguido con atención la presentación ante la Corte de los amicus curiae, es que Francia ha sido uno de los países que se ha presentado ante la Corte Suprema de los Estados Unidos a favor de la Argentina. Por lo tanto, creemos que el cambio, es decir, la incorporación en el artículo 7° de Francia, es un acierto. Ofrece una alternativa a los bonistas y presenta, indudablemente, garantías de que esos fondos no van a ser bloqueados. Me parece que con esto he contestado de manera muy precisa y categórica la necesidad de la ley y el fundamento de por qué incorporamos en el artículo 7° a Francia como jurisdicción alternativa y voluntaria también para los bonistas reestructurados".
Tras recordar las declaraciones de Guillermo Nielsen cuando fue invitado a exponer en el plenario de comisiones sobre el proyecto de ley, Pichetto terminó acordando: "Perfecto. Estamos totalmente de acuerdo. El juez Griesa ha dispuesto un bloqueo sobre fondos de terceros, que no son del país. Ha dictado una medida totalmente ilegal; y ya hay demandas, concretamente, de los bonistas que han ingresado al canje. Hay un grupo económico que lo lidera Soros que está demandando y que requiere que se le pague, porque no pueden ser bloqueados esos recursos. En efecto, si no se pueden embargar, si son de terceros, ¿por qué se va a impedir el cobro? Ésta es la pregunta que nadie se hace".
Hacia el final, después de haber incorporado también la polémica Comisión Bicameral para investigar la deuda argentina, sus canjes y modificaciones desde 1976 hasta ahora, el proyecto se aprobó.
Hubo un traspié reglamentario con discusiones entre Amado Boudou y Gabriela Michetti, que pidió rectificar la votación porque su intención había sido votar en contra del proyecto en general pero a favor en particular de la creación de esa bicameral, que terminó solucionándose en el recinto frente a los pedidos de Pichetto que, agarrándose la cabeza, pedía terminar con el tema cuanto antes.
