Por Lucrecia Bullrich/La Nación.-
La central de Caló se reunirá hoy con Capitanich y pedirá un encuentro urgente con la Presidenta; coincidencias con Moyano
Con la presión por el ajuste del impuesto a las ganancias a cuestas y la certeza casi total de que el Gobierno no hará los cambios que espera, la cúpula de la GGT oficialista se reunirá hoy con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en la Casa Rosada.
La cita se concretará menos de una semana después de que la central que lidera el jefe de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló, formalizó su preocupación por la situación económica, reclamó la suba del mínimo no imponible de Ganancias y pidió una reunión "urgente" con Cristina Kirchner.
Fue el miércoles último, en la primera reunión del consejo directivo de la CGT tras el Mundial de fútbol.
En una decisión que incluso algunos gremialistas interpretaron como una pista de que el Gobierno tendría poco para ofrecer, el anfitrión será Capitanich y no la Presidenta.
De hecho, el jueves, cuando trascendió la cita, fuentes oficiales aseguraron que el Gobierno no tiene previsto, al menos en lo inmediato, subir el mínimo no imponible de Ganancias, que desde agosto del año pasado es de 15.000 pesos brutos.
También descartaron que esté en carpeta devolver los descuentos por Ganancias que se aplicaron al medio aguinaldo.
En las filas de Caló los ánimos están caldeados. A las quejas por el estilo de liderazgo del metalúrgico, a quien algunos le atribuyen un "exceso de tibieza" en el manejo de su vínculo con la Casa Rosada, se les sumó en los últimos meses la preocupación por las señales de deterioro en el nivel de empleo que se cristalizó en despidos y suspensiones, sobre todo en los sectores automotor y metalmecánico, y la persistencia de la inflación, que carcome el poder de compra del salario.
Entre los integrantes del consejo directivo de la CGT las posiciones están divididas.
Están los que, aunque no quieren que se los escuche hablar de "ultimátum", creen que ya dieron sobradas muestras de paciencia y buena disposición y que, si como sospechan, no habrá novedades sobre Ganancias, lo que viene es endurecer posiciones.
Otros, con Caló a la cabeza, evalúan que no es momento de tensar la cuerda y proponen demorar cualquier definición hasta que esté resuelto el pleito con los fondos buitre.
EXIGENCIAS
Tanto en la CGT de Caló como en las otras cuatro centrales (la CGT de Hugo Moyano, la CGT de Luis Barrionuevo, la CTA oficialista de Hugo Yasky y la opositora, de Pablo Micheli) exigen un aumento del piso de Ganancias equivalente a la inflación del último año y los aumentos salariales que los gremios negociaron en el primer semestre.
Según un informe del Ministerio de Trabajo, las paritarias cerraron este año con subas de 29,7 por ciento en promedio, cinco puntos por encima del promedio de 2013.
La mayoría de los sindicatos acordó subas escalonadas no acumulativas y a cobrar completas durante este año.
Los aumentos impactan de lleno en los trabajadores en relación de dependencia cuyos salarios eran superiores a $1 5.000 en agosto pasado, cuando el piso de Ganancias se modificó por última vez.
Las mejoras salariales se traducen para esos empleados en un cambios de categoría que los obligarán a tributar más por Ganancias que en 2013.
Por eso, la aspiración de máxima de los sindicatos es que el Congreso avance en una modificación integral del impuesto que modifique las escalas.
Sin embargo, para que eso ocurra, deberá mediar una orden de la Casa Rosada, ya que el oficialismo no se mueve sin una señal de la Presidenta.
La cita de la CGT con Capitanich se da además en un clima de ebullición en el resto del gremialismo, en todas sus vertientes. Moyano, Barrionuevo y Micheli preparan un paro nacional para la primera quincena de agosto y el oficialista Yasky anunció una jornada nacional de protesta para pedir por Ganancias para dentro de dos semanas.
