HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

martes, 11 de octubre de 2016

HIPOCRESÍAS, MODELO K EN REVERSA: IMPORTARON MÁS QUE MENEM Y MACRI, PERO DENUNCIAN APERTURA INDISCRIMINADA.

     Por Urgente24.- Enorme contradicción y trampa en el discurso K: dicen una cosa y hacen otra. ¿Abrió el gobierno de Mauricio Macri las importaciones en forma indiscriminada, como denuncia el kirchnerismo? La unificación cambiaria, la eliminación del cepo cambiario, la desaparición de las DJAIS, el cumplimiento del fallo contra Argentina surgido de la Organización Mundial de Comercio (OMC), y un nuevo régimen (SIMI) basado en licencias, dan marco tal aeveración. Pero aún así los resultados de los primeros 7 meses muestran que, en realidad, las importaciones comprometidas por pagos comerciales al exterior bajaron 7,6% medidas en dólares y que en relación con el PBI continúan debajo del récord que alcanzaron durante la presidencia de Néstor Kirchner, cuyo nivel superó inclusive al del neoliberalismo de los ‘90, según el informe elaborado por la consultora DNI, de Marcelo Elizondo. Los bienes de consumo sí tuvieron una participación mayor, pero representan la décima parte de las importaciones totales. Lástima que el director general de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), Marcelo Elizondo, haya elegido un soleado fin de semana largo para difundir la minuciosa revisión del platillo importador de la balanza comercial, porque contiene material como para variadas conclusiones. Le da una caída del 7,6% en los 8 primeros meses respecto de igual período de 2015, que el nivel de la erogación en dólares ha sido el más bajo inclusive que el de 2011 y que el 80% se vincula a la capacidad productiva. Aunque hace la salvedad de que fue 6,5% mayor en volumen la mercadería ingresada al país.

 Como prevé que se mantendrá esta tendencia todo el año, el total llegaría a unos US$55.782 millones en 2016, la cifra más baja desde 2009. Se estaría ante importaciones que serían casi US$20.000 millones menores que en el récord de 2013. Así, medidas en dólares estadounidenses pagados, serían este año alrededor de 30% más bajas que en 2013, el año de mayor erogación en importaciones. Las principales razones de este comportamiento este experto en relaciones económicas internacionales las atribuye al “débil nivel de la actividad económica, la devaluación en el tipo de cambio oficial y también (especialmente) al descenso de precios internacionales en no pocos bienes importados”. Desde un enfoque estructural, Elizondo juzga “natural que Argentina incremente sus importaciones cuando su economía crece, y que las importaciones se reduzcan si la economía no crece o se contrae”, y repara en que “no es casual, por ende, que desde 2011, 2012 y 2013, las importaciones argentinas comenzaron a reducirse, en la medida en que la economía no creció”, si bien señala que “quizá puede decirse al revés, los límites a las importaciones impusieron un techo”. Sin embargo, al profundizar lo sucedido este año observa que hubo 20% más de compras en el exterior de bienes de consumo, que en cantidades efectivamente ya habían crecido 12% el año pasado pero venían de un descenso de 9% en 2014. 

 Bienes de consumo 

 Pero aclara enseguida que los bienes de consumo no representan históricamente en Argentina mucho más que el 10% del total de importaciones, con lo cual interpreta que no podría hablarse de “apertura indiscriminada” de las importaciones por cuanto ese aumento no modifica la caída en cantidades comparada con 2011. En los primeros 8 meses de 2016, los bienes de consumo incrementaron en 3 puntos su participación en la torta importadora, la que además se integra con 21% en bienes de capital; 28% bienes intermedios; 20% piezas y partes; 10% combustibles y lubricantes, y 8% automotores. En el último año, habían estado compuestas en alrededor de un tercio (30%) por bienes intermedios, que son insumos para la producción, 20% en bienes de capital (equipamiento), 21% de piezas y partes (para armado o reposición), 12% por combustibles y lubricantes (2/3 se usan para la producción), y 6% por vehículos (más de la mitad se utiliza, directa o indirectamente, para la producción). Sólo el resto (11%) han sido importaciones de bienes de consumo. Al revisar los últimos 20 años de importaciones, Elizondo subraya la inconsistencia del discurso kirchnerista en cuanto a la aplicación de un modelo de sustitución, cuando compara las compras de bienes medidas en dólares pagados al exterior con el PBI y le da como resultado que en la presidencia de Néstor C. Kirchner se observó el mayor ratio histórico. 

 Llama la atención el informe de DNI de que, en medio de ajustes fiscal, monetario, cambiario, de precios relativos, de tarifas, de tasa de inversión, etc., las importaciones aún no llegan a niveles acordes a la recuperación de la economía. Recuerda que las importaciones son un relevante componente del sistema productivo argentino y que, por ende, es natural que Argentina las incremente cuando su economía crece, y que las reduzcan si la economía se estanca o se contrae. De comparar importaciones respecto de PBI, surge que en la década de los '90 el resultado fue sustancialmente inferior al de la presidencia de Néstor Kirchner; y a la vez también menor que en los dos mandatos de Cristina Kirchner. De ahí que, refiriéndose a la denuncia kirchnerista relativa a un fenómeno de supuesta “apertura indiscriminada” de importaciones, Elizondo advierte que éstas descienden (medidas en dólares) en lo que transcurre de 2016 un 7,7% contra el mismo período del año pasado; y que, si se proyecta el nivel de PBI estimado para Argentina para este año y se estiman las importaciones anualizando el resultado del cuatrimestre, la devaluación que generó un PBI nominal medido en dólares menor va a reflejar un aumento en el ratio importaciones/PBI. Sin embargo, así y todo las importaciones estarán en 2016 en niveles comparados con el PBI más bajos que en muchos de los años de la presidencia de Cristina Kirchner, y más aún que en los años de robusto crecimiento económico del siglo XXI. 

 La balanza de las inversiones 

 En los ´90, el atraso cambiario y los precios internacionales más bajos que en los primeros años del siglo XXI generaban una baja relación importaciones/PBI, lo que además se justificó en que la economía del último lustro del siglo XX tuvo un andar muy débil, a lo que debe sumarse que en la primera parte de los ´90 ya se había producido el grueso de las importaciones de bienes de capital para la renovación productiva. Todo ello ya no impulsaba las importaciones a fines de la última década del siglo. En los primeros años del siglo XXI, las importaciones se elevaron fuertemente como consecuencia de la recuperación (primero) y el crecimiento (después) económicos, a lo que debe sumarse la baja del PBI medido en dólares (por la devaluación) y el comienzo del alza de los precios internacionales. Y así continuó mientras la economía creció (hasta el inicio de la segunda década del siglo XXI). Luego, sin crecimiento económico en los últimos años, las importaciones no volvieron a niveles como los de primera década. Sin embargo, las crecientes compras externas de energía, así como las de automotores (consecuencia de impulso al consumo y a que no había aliento al ahorro) llevaron a las importaciones a niveles no tan menores en este tiempo. Medir las importaciones sólo por los dólares pagados al exterior puede llevar a confusiones, porque en el caso, como el de este año, que los precios desciendan, la explicación sólo puede buscarse en esa cuestión. Así, en los primeros 7 meses de 2016, las importaciones medidas en dólares pagados descendieron 7,7%. Pero, en verdad, están cayendo los precios (-13,3%), la que si se la descuenta deja al descubierto que en realidad hubo un aumento de importaciones en cantidades de 6,5%.

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